Pues ha sido todo una decepción, porque desde que hice esa llamada aquel día ya no he podido volver a hablar con ella, no me coge el teléfono y ni me responde a los mensajes que envío.
Al final, todo fué que la mandara los 50 euros con la excusa de que ella pudiera venir del pueblo a la capital, después parece que ya no desea saber nada.
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