|
Convertir la excepción en regla lo veo absurdo. Todos conocemos algún caso en el que las grandes diferencias de edades no han importado para que un hombre mayor se relacione con una jovencita y no sea solo y puramente por interés económico, pero son pequeňos oasis en medio de un gran desierto, escasos y contados con los dedos de las manos ( y sobrarían dedos).
La regla es que hombres mayores, incluso con atractivo pero también con cartera que soporte gastos, se relacionen con jovencitas, las cuales están más pendientes de que pueden conseguir que de otra cosa, aunque ese hecho no implique que no se sientan cómodas en la relación. Para ellos es un capricho caro pero capricho al fin y al cabo, para ellas es acceder a una situación económica que por edad no podrían alcanzar. Y de estas situaciones hay más de lo que se piensa, el contribuye económicamente, se ven de vez en cuando con discrección y ella sigue con su vida, sus estudios o incluso su novio, el cual, la mayoría de las veces es ajeno a este juego soterrado.
Y por último están quienes no consiguieron relacionarse en su momento con el tipo y perfil de mujer de sus sueňos, pasaron aňos siendo " invisibles" para ellas y sin posibilidades de conseguirlas. Llegados a la edad madura, la quieren conseguir a base de pagar, sea directa o indirectamente, aunque de forma más casera, menos pretenciosa, vistiendo la situación de amor, cuando solo es pura atracción sexual por su parte y por la otra, un acto movido por la necesidad.
|
Modo Hilado