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Hola, aquí estoy para daros las gracias por tanto bien que me habéis hecho, y por contaros cómo estoy.
Prácticamente todos los días desde que abrí el hilo he entrado a ver vuestras respuestas. Al principio, lógicamente, para conocer qué pensabais, y después para releer e interiorizar todas las cosas que me habéis dicho.
Por una parte os cuento que mi ex- me mandó un mensaje a las pocas semanas de escribir aquí, diciéndome que por qué no nos veíamos, ya que él tenía algo que hacer por una zona cercana a la de mi casa, al cual contesté que no, que no quería. Así, sin más explicaciones. Sé que muchos me decís que sería bueno que habláramos del asunto para "cerrarlo", pero no quise verle, no me sentía preparada. Él no me dijo que era para hablar de lo nuestro ni de nada; más me dio la sensación de que quería quedar por curiosidad, como el que queda con un primo lejano. O quizá le apetecía darse un chute de autoestima porque las cosas no le van como espera... o vete a saber.
A raíz de ahí, lo siguiente, ya en diciembre fue que me envió el clásico mensaje de Feliz Navidad; que le dije igualmente, y que después lo bloqueé.
Sé que si un día se da cuenta va a llamarme y entonces sí tengo pensado cogerle el teléfono y decirle que no deseo que contacte más conmigo. Quizá lo mismo cuando llegue ese día hasta me dé pereza eso y no lo coja, pero entre esas dos opciones estoy, porque sí estoy segura de que insistirá.
A partir de ese momento he sentido que algo hizo clic en mi interior, y me he encontrado francamente mejor. He pasado muy buenas fiestas, he tenido muchos días de vacaciones y he intentado cambiar mis rutinas y cuidarme mucho. Quizá parezca bobo, pero me cambié un poco la imagen, me di varias alegrías comprándome cosas que me gustan, y he tratado de disfrutar con todo lo que tengo, que es mucho. También hice lo de escribir sobre mi ruptura, como si se lo dijera a él. Hice varias cartas y me vino fenomenal, de verdad, fue un desahogo tremendo; obviamente no se las remití. También hice un listado de todas las cosas que hizo esos últimos días, y que me dolieron tanto; me sirvió para no idealizarlo y darme cuenta de lo frío que ha sido conmigo.
Siempre he sido una persona muy alegre, bromista y con buen humor, y me había cambiado el carácter. Estos días la gente de mi entorno e incluso otros que me tratan pero no me conocen demasiado y no saben de mis asuntos me han notado que estoy recuperando la alegría de vivir. Sé que sonará algo dramático, pero es que, efectivamente, la estaba perdiendo.
He salido de esa rutina y estoy trabajando por seguir en esta buena senda. Sé que tendré algún momento bajo, pero me siento bastante fuerte y estoy viendo la luz al final del túnel. Y os debo a vosotros todas vuestras reflexiones y consejos, que me han ayudado muchísimo.
Seguiré informando, espero que para bien.
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