En mi caso fue curro de verano (tenía 17 años entonces) para ahorrar para el carnet y el seguro (el coche lo tenía, un cacharro que poseía mi madre, que había dejado de conducir, que se caía a trozos, pero al menos andaba), luego trabajos esporádicos de fin de semana para pagar la gasolina (en aquella época estaba en el instituto estudiando, no podía ponerme a trabajar a jornada completa), y los veranos trabajando para tener un fondo para mantener el seguro del coche y mis caprichos.
El carnet es muy útil, más que el coche, porque siempre te da un plus en el currículum, y en caso de necesidad puedes conducir sin problemas. Pero eso si, para tener un coche, ten en cuenta todos sus gastos, no solo los típicos (gasolina, seguro, ITV, etc...) sino los imprevistos por averías, que a veces te descuadran las cuentas.
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