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Iniciado por TheReckless
Qué bien que aclaras con el enlace, mejor no te cuento cómo somos biológicamente al más puro estilo animal.
Para bien o para mal, ya no somos ese ser biológico al 100%. El ambiente, las circunstancias y experiencias determinan de tal modo que, además de la posibilidad de modelar nuestra genética, puede crear genios, monstruos... solter@s sin necesidad de formar una familia y víctimas del 'mgtow'. No somos clones, no somos todos iguales, flaco favor haces con las generalizaciones.
Es posible que entre los significativos cambios de los últimos tiempos, el acostumbrado rol de la mujer aún prevalezca y salga a la luz lo inculcado y transmitido desde épocas ancestrales en muchos aspectos. Comprende que las primeras feministas no eran sólo amas de casa como su biología les instaba a comportarse. Muy abierto de mente hay que ser para tener un criterio especial y poco acorde con la corriente general.
Así que perdónanos si queda mucho por pulir y ves necesario entre tus congéneres catalogar con niveles de neutralidad al respecto. Por mi parte, tengo la creencia de que, tanto hombre o mujer, otorgamos tanto poder al estereotipo, al esquema, al prejuicio y no a la persona en su valor más intrínseco que andamos la mayor parte del tiempo más equivocados que teniendo la razón.
Entiendo que desearíais que esto cambiara a favor de los no comedores de colines y que ya no estamos tan a vuestra merced como antaño, pero te aseguro que hay mucho más de positivo que de negativo en esto, pues quien decida estar contigo lo hará porque de verdad te valore.
Dicho esto y lamentando no poder cooperar en tu hilo de manera más satisfactoria, piénsalo, puede que necesites mayor experiencia y perfeccionar tu capacidad crítica antes de abrir semejante hilo.
Un saludo.
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El reduccionismo animal nos invalida como personas. Renunciamos a los bienes culturales, a la ciencia y a la tecnología, que tantos milenios ha costado, para volver a ser monos inquietos con el culo rojo y respingón. Que si alfa, que si beta, que si epsilon, que si lambda mayúscula.
Por eso me río de estas teorías que nos muestran como animales de documental africano. Son teorías reduccionistas de m* y una especie de regreso inconsciente al privitimismo, en el cual, las mujeres -según muchos- eran obedientes y seleccionadoras (sin tener en cuenta las sociedades matriarcales). A los machos les correspondía tener el pito inquieto para así cumplir con los binomios hipergámicos de los que tanto se hablan. Y, por supuesto, el más alfa es el que se las llevaría a todas, de calle (ironía).
La mujer seleccionando al mejor, y el macho con el pito inquieto. Milenios de cultura y desarrollo tirados a la basura solo porque a uno le apetece echar la culpa de los demás.
Está la que selecciona, sí; y el que se deja seleccionar. Y a día de hoy, los roles están cambiando, invirtiéndose los papeles. La figura del pretendiente está en franca decadencia. Y prefiero que sea así.
Usar reduccionismo primitivista y describir a las personas como simios; monos de pito inquieto y monas hipergámicas es gracioso en el S. XXI. Y es aún más gracioso existiendo museos como el Hermitage de San Petersburgo, albergando siglos de arte en sus salones; y aún más gracioso si estas cosas tan primitivas y tan guays se intentan validar usanto smartphones.
Es la mayor ridiculez jamás vista. Si uno no quiere juntarse con mujeres, o no le apetece en ese momento, es libre. Pero estas mandangas de hipergamias están fuera de lugar.
Con que todo el mundo sea más digno consigo mismo, se resolverían los problemas. No habría seleccionadoras, ni seleccionados. Algo de humanidad, que sustituya tanta apetencia por el primitivismo, que no sé ni a qué viene en una sociedad moderna de leyes y cambios sociales.
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Modo Híbrido
