Ahora resulta que si no nos abrimos de piernas somos interesadas.
Con 25 años no te queda poco que aprender, ni hostias que llevarte de la vida.
Que viva la libertad sexual, pero a las que nos gusta la monogamia con una pareja y no andar de flor en flor, ni somos retrogradas ni monjas, ni buscamos un tio con un Ferrari y los billetes saliendosele por las orejas.
Pero claro, eso para los follardines de los bosques son incapaces de entender que no todas se abran de piernas ante sus encantos.