En el día de ayer, hubo ataques al partido Vox en el pueblo sevillano de Marinaleda, un pueblo en el que, desde que falleció Franco y se aprobó la Constitución, es feudo comunista. Hasta intentaron atropellar con un coche a los asistentes al mitin del partido ultraconservador.
Obviamente, no justifico en absoluto lo que hicieron los rojos sevillanos, porque creo en la libertad de expresión y ese partido tenía derecho a dar el mitin. Pero Vox, por otra parte, sabía muy bien donde se metía y sabía perfectamente que se iba a montar bronca bastante fuerte.