Los personajes son japoneses, no se, solo los puse, es una de mis historias inventadas por mi, espero que les guste
Es una mañana fría de Octubre, mientras las hojas de los arboles de cerezo caen lentamente al suelo. Las nubes grises enormes y desagradables se dirigían al este, tapando el azul y los rayos del sol de Japón, avecinando una gran tormenta. Las campanas de una iglesia sonaban alrededor, cerca había un restaurante con un fresco aroman a limón por lo tanto un mesero de aspecto atlético y atractivo servía un poco de sake a sus clientes, al lado un pequeño rio, con abundantes peces estaba una jovencita hermosa pero triste arrojando uno pétalos en aquel rio con su corriente tranquilo pero hondo. Unas pequeñas gotas tocaron la cara de un señor corpulento que lo abrigaron a taparse, no era tan fuerte la lluvia era ligera al igual eso molestaba, en un rato el paisaje fue abundado con una niebla, visible pero espesa. Apenas eran las 12:00 am pero tenia el aspecto de las 4:00 pm, algunas avecitas se dirigían a sus nidos para cubrirse de la lluvia, de repente en un pequeño hueco de luz apareció en cielo proyectando en minutos un arco iris hermoso, algunas personas salieron a verlo y otras tomar una fotografías, el vapor de te de aquel restaurante se olía a unos pocos metros, la pequeña jovencita por la lluvia se refugio en aquel y decidió tomar un poco de te de jazmín, el mesero la vio por un buen rato e ignorando los pedidos de las otras personas, le pareció muy bonita, su cabello liso, sus manos chicas y su cara esplendida, quería atenderla pero le daba vergüenza por lo tanto siguió sirviendo. Al fin había parado de llover, el hermoso arcoíris se desvanecía poco a poco, los pájaros cantaban de nuevo, algunas señoras guardaban sus sombrillas, la pequeña joven salió de restaurante estornudando, el joven acabo su turno, agarro su guitarra y fue en busca de ella.
La jovencita caminaba lentamente con las manos cruzadas con su pequeña mochila, en la mano tenia un pañuelo, para su nariz mientras tanto el joven la seguía con dificultad había mucha gente caminando, ella se metió en un pequeño callejón hacia la dirección de los campos, las personas no dejaban pasar al joven hasta que la perdió de vista. El joven fue hacia su casa, era pequeña pero acogedora, abrió la puerta y una voz clara pronuncio: Kaoru ¿quieres comer?, respondió: No tengo hambre, mama, voy a tocar un poco la guitarra, gracias. Subió por las escaleras, su habitación era de color azul cielo con una computadora, su cama y un tocador, en la mesa había muchas partituras de guitarra, quito la funda y empezó a tocar, al momento se oía desafinado y molesto, dejo la guitarra a un lado, se recostó en la cama y comenzó a hablar: Era un chica realmente muy bonita, su cabello negro brillante largo y ondulado, su cuerpo le daba una forma atractiva y su cara que puedo decir unos ojos azules que parecen lagunas, una boca relativamente pequeña y el color blanco oscuro, espero volverla a ver. En ese lapso de tiempo cerro los ojos lentamente hasta quedar profundamente dormido.
La jovencita bajo del autobús, y se dirigió a su casa tenia un color de fondo anaranjado y blanco, entro de prisa, el sol se escondía detrás de las montañas, las estrellas ya se empezaban a ver se poco a poco, las aves ya empezaban a dormir y el día moría para que surgiera la noche con una luna creciente visible y plateada. Cerró la puerta, corriendo hacia un jardín verde y vivo, diciendo con una voz dulce: Ya regrese, voy a estar atrás. Dejo su mochila a la entrada, su pequeña perra le ladraba sin parar. ¡!Ya Dona¡¡ deja regar mis flores. Diciendo a su perra acariciándole su cabeza. Se arrodillo y empezó a regar sus flores pero realmente le importaron mas unas rosas azules, se oyeron unos pasos que bajaban de las escaleras pronunciando con una voz grave: hermana, ¿Por que te tardaste tanto en regresar?,ya nos estábamos preocupando- era una niña con su uniforme, tierna pero a la vez hacia muchas preguntas. Hotarugi ¿Dónde estabas?- Era una señora robusta, alta con cabello café corto, lentes blancos y vestida de una falda. No vez que llovió y no me iba mojar, hasta me quería dar una catarro espantoso, ¿que no piensas madre?-respondió Hotarugi. Eso si pero efectivamente acaba de llover y estas regando las plantas, deja esas rosas parecen que son tus hijos- dijo la madre, al momento de decir eso su hermana de Hotarugi soltó una pequeña carcajada chillona. Lo acabas de decir, estas rosas no son cualquieras, necesitan un tratado especial, hay que cuidarlas muy bien y recuerda me las regalo mi padre antes de que falleciera- su voz de Hotarugi se hizo mas grave mientras hablaba de su padre. Esta bien pero apúrate la cena se va enfriar- pronuncio su madre mientras se iba a la cocina. El Crepúsculo se avecinaba, con un aire frio, las nubes yéndose para dejar el cielo negro con solo una luz brillante de la luna.
Eran las siete de la mañana, Kouru se iba a la universidad de música en bicicleta, junto con una maleta y su guitarra en la espalda. Hotarugi estaba en la cama con las cortinas tapando la ventana, su hermana tocaba la puerta de su habitación pero ella no contestaba, de repente un grito agudo despertó a Hotarugi, tocándose la cara dijo: ¿Qué pasa? Hermana, se te va ser tarde la escuela. ¿Qué hora son?- pregunto mientras se rascaba su cabello. Son las siete diez. Un silencio entre ellas hubo, de repente, de un portazo salió Hotarugi poniendo los zapatos del uniforme- Perdón. Maaaaammmmmmaaaaa, mi hermana me tiro- Unas lagrimas salieron de su cara de la hermana de Hotarugi. Ella bajaba velozmente, solo agarro un pan de la cocina y saliendo de su casa rápido- Ya se me hizo tarde, rápido autobús, espero que me regrese mi violín ese de Yuri-pronuncio en su mente Subió al autobús, se sentó hasta atrás, mientras deslizaba su peine entre los cabellos amontonados.
Las campanas sonaban para la entrada de la universidad. Kaoru estaba asegurando su bicicleta cuando acababan de tocar las campanas, el corrió despacio miro a su alrededor como si nunca hubiera visto la entrada de su universidad hasta que vio a Hotarugi bajando del autobús, ella corrió a la entrada solo se vieron unos segundo pero no hablaron, Kaoru se quedo paralizado, se quedo en blanco su mente por un momento hasta que un profesor lo llamo para que ya entrara, empezó a caminar con una cara pálida pero feliz.
Era medio día, los pasos de Kaoru eran rápidos, buscaba a la chica que había visto en el restaurante, al fin la había encontrado estaba sentada, en el campus de la universidad bajo un árbol tocando el violín, se acomodo el uniforme Kaoru, se peino un poco, respiro hondo y camino hacia ella, de un momento Hotarugi paro de tocar y vio la sombra de Kaoru, nunca había visto a un muchacho tan guapo, cabello negro cien peinado, alto, con una postura derecha. Oye, yo te vi en el restaurante Chao ayer- dijo Kaoru con un problema para hablar. Si, me pare por que estaba lloviendo- diciendo mientras se tocaba el cabello. Por cierto ¿Cómo te llamas? Mi nombre es Kaoru, mucho gusto. El mío es Hotarugi. Que nombre mas bonito tienes- pronuncio Kaoru. De repente Hotarugi se sonrojo y no pudo decir nada más por ese momento. Veo que tocas el violín al igual lo tocas muy hermoso por cierto yo toco la guitarra- decía Kouru. Gracias- dijo Hotarugi tapándose la boca. Tal vez hagamos un dueto de cuerdas, se oiría muy bien ¿no lo crees?- Kaouru se sorprendía mucho que no le digiera nada, empezó a levantarse poco a poco con forma de rechazo. Si se oiría genial, seriamos muy buenos amigos- dijo Hotarugi. Al oír eso no tenia mucho sentido pero pronuncio Kaoru- Si quiero ser mas que tu amigo, se que no te conozco nada relativamente pero solo con ver tu cara no hay nada que decir se ve bondad e inocencia- con una voz clara y tranquila pronuncio Kaoru. El único sonido que se oyó fue el viento soplando y las hojas siendo pisadas, nadie dijo nada y Kaouru sintió que hizo una estupidez- Se que hice mal, me adelante mucho, nos vemos fue un gusto conocerte- alzo la mano para despedirse. Se paro Hotarugi, lo miro profundamente y clavo sus labios sobre los de el, fue un momento muy hermoso. ¿Quieres ser mi novia?- Creo que ya sabes la pregunta- pronuncio Hotarugi.
El invierno había acabado, la primavera salía con su luz, algunos animales ya no podían esperar para salir y comer algo fresco. El aire se sentía cálido, los rayos del sol estaban a todo su esplendor, no había ni una nube hasta ahora, el cielo se veía a toda su totalidad, enorme y azul, la poca nieve había desaparecido. Algunos arboles ya florecían pero la mas hermosa era el árbol de cerezo esperando un poco mas para salir, florecer y crecer mas, los pájaros cantaban de alegría por la primavera, volaban y no se detenían, las pequeñas flores de un jardín brotaban de la tierra para despertar después del invierno. En un pequeño parque estaban sentados en un balcón Kaoru y Hotarugi, dándose unos dulces besos. Solo habían pasado seis meses de que cumplían de novios, Kaoru se arrodillo y abrió su mano que contenía un hermoso anillo y se lo mostro ante Hotarugi, ella empezó a llorar y sin pensarlo dos veces ni que le habían dicho nada pronuncio: “Si acepto”.
Las campanas de una iglesia sonaban, ellos corrían rápido a su nuevo auto que decía “Recién casados”, todos aplaudiéndoles mientras se iban, la noche cayo, la fiesta ya había acabado y ellos se dirigían a Paris de su luna de miel, los dos estaban realmente felices pero un poco de sueño, ya estaban en el avión dándose unos besos de largo tiempo. Te aseguro que te gustara Paris amor- pronuncio con dulzura Kaoru, Dicen que es hermosa en la noche y apenas esta atardeciendo acá, este es el día mas feliz de mi vida- diciendo con sueño Hotarugi. Corrección amor, nuestro mejor día de nuestras vidas- dijo Kaoru, tocando su nariz cerrando los ojos los dos y durmiendo profundamente hasta el camino a Paris.
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