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Si al terminar una relación te sientes como una basura, destrozado, angustiado y deprimido, no fue amor, sino apego y dependencia. Sólo estos dos tienen la capacidad de dañar tanto.
Cuando al terminar una relación lo que te sientes es agradecido por lo vivido, más pleno, más abierto a la vida y a pesar de la tristeza, sientes que ese amor te hizo mejor de alguna manera, eso, eso fue amor. El amor, empiece o acabe...no te destroza.
No eres una persona horrible, simplemente eres uno de tantos millones de personas que han tenido una relación tóxica y de las relaciones tóxicas se puede aprender mucho de lo que uno tiene que aprender para seguir madurando, creciendo como persona y aspirar a amores más sanos. Utiliza la experiencia para entenderte mejor, para reforzar tus valores y para ser compasivo y amoroso con tu propia necesidad afectiva o tus miedos. Aquí nadie es un ser de luz maravilloso, los que más y los que menos hemos sufrido por gente que no nos correspondía o no nos trataba bien y ni hay que quitarle importancia, ni hay que hacer un excesivo drama: es parte del camino de la vida experimentar diversas cosas, algunas maravillosas y otras menos maravillosas.
No me cabe duda de que eres una persona que mira lo mejor para su hijo, pero ni aún el mejor padre del universo deja de tener luces y sombras y que hayas tenido esta relación te va a ayudar a conocer más esas sombras para abrazar tus vulnerabilidades y tu ser más desamparado y sacarlo adelante tal cual estás haciendo con tu hijo.
Y por demás, y aunque analizarle a ella me parece de lo más irrelevante en este caso, no describes a nadie por quien merezca la pena luchar o sufrir. Parece, sinceramente, una persona con malos valores de vida, poca empatía y unos problemas propios de los que ocuparse que evade señalando mierdas a los demás. Otra persona más de este mundo que vive con el ego y desde la soberbia de hacerlo todo bien, mientras que los demás lo hacen mal. Alguien que te enseña, en cualquier caso, a trabajar en la seguridad en ti mismo y en tus valores de vida, para que nadie mas llegue a imponerte los suyos, nunca más.
Ahora aprovecha para disfrutar en lo que puedas del verano con tu hijo, descubrir nuevos lugares, recuperarte de tus heridas y enfocarte lo más posible en el presente, en el día a día, en cada momento. Yo te aconsejaría que ni hablases ni escribieses mucho más sobre esta señora que ya no está, simplemente vive tu vida, asume este proceso como algo necesario para tu evolución y ábrete a lo que haya de venir.
Te mando un super abrazo.
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