Afortunadamente llevo un año de contacto 0, completo, sin saber absolutamente nada de mi ex. Solo pido a Dios, si es que hay un Dios, que nunca me testee más en su vida. Porque esto es como los toros...hasta que no te pones delante de un toro no sabes lo que es.[/QUOTE]
Estoy en una situación similar a la tuya...queda esa espinita, esas ganas a veces de que te contacten, pero luego piensas: ¿Para que? ¿Que me traerá eso de bueno?...es más el haberte acostumbrado a saber de ese alguien...una adicción...
Yo también rezo por que no aparezca, porque si lo hiciese...como dices...delante del toro no se sabe como vas a reaccionar... y tristemente veo que aun no he conseguido pasar la página del todo; cuando lo consiga, que se pongan los toros que quieran por delante !!!
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Muy de acuerdo y me pasa algo similar, claro que con menos tiempo.
Después de distanciarnos, agrego quesu inseguridad me consumió y a raiz de sus alucinaciones, reaccione mal y le retribuí toda su falta de confianza con "bellas palabras" de mi parte. Resultado? ella logró quedar por victima y yo como lo peor.
Espere el tiempo,que las cosas se enfriaran, para conversar, otorgar las disculpas del caso, pero fue peor, apenas me pilló desprevenido, me voló la cara de un sopapo.
Para ella eso, no deja de ser una anécdota, sin embargo,para ella cuenta con lujo de detalles cada vez que lo hice mal.
Decidí apartarme, hasta que un día cometí el error de contestarle el teléfono, me inventó la mejor historia para sacarme información acerca de mi presente, recurrió a sus amigos imaginarios, que yo ya estaba en pareja y bla bla bla...
Me reprochó el por que le cerraba la puerta, las cuales siempre estuvieron abiertas, ella no las utilizó, y si lo hizo, fue solo para manejar la situación o desprenderse con menos dolor. Le ofrecí abrir los canales, por mi parte cada día un saludo, un mail, un Whats app, ella nada... que tengo trabajo, que esto, que lo otro; cuando eramos pareja bajo esas circunstancias había feedback.
Me cansé, le dije que me olvidara y persiguiera su felicidad, yo nada mas podía hacer ni menos iba a esperar toda la vida a que se decidiera a lanzarme un miserable hola.
Quedó la grande nuevamente, empezó a lanzar ataques sin filtro, los cuales para ella también son normales y anecdóticos, sin embargo, sin ser ordinario ni falto de respeto, tuve que darle de su propia medicina, con el dolor de mi corazón. Un golpe bajo del mismo calibre del que ella acostumbró.
No volví a comunicarme con ella, se extrañan los buenos momentos, en algún instante estuve muy mal, pero queda apenas un par de días para mi cumpleaños y si bien no espero que me llame ni menos aparezca, no ando con espíritu festivo.
Internamente mantengo la esperanza en que pueda recapacitar, pero, siendo realista es imposible.
Me apoyé en la Fe para levantar y en el deporte, por lo menos me ha ayudado bastante, mantengo la convicción que todo tiene un porqué, y no es que sea el consuelo del tonto... todo está entrelazado, todo tiene una explicación.
Hay días en que la extraño, a su vez como los buenos momentos que hubo, mas, si llega a aparecer, prefiero esta vez esfumarme yo, por que veo muy difícil el que pueda manejar sus impulsos, inseguridades y lograr la independencia de la bruja de su madre quien en todo momento le envenenó la cabeza con ideas en mi contra sin conocerme.
A no ser que realmente lo valga, si un ex aparece... sigan de largo, aunque el dolor se los coma por dentro.
Saludos amigos.
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