Bueno, en parte es literalmente cierto.
Se ha investigado en un roedor llamado campañol que es monogamo. Se les han medido niveles de diferentes sustancias cuando tienen pareja y cuando no, y se ha conseguido inyectando estas sustancias un amor a primera vista entre dichos animalillos, hasta que punto es esto aplicable a humanos ya no lo se, pero sería práctico para algunos casos un antidoto contra el amor.
|