Cita:
Iniciado por gu3rr3rah
Amar es como una droga. Al principio hay una sensación de euforia, de entrega total. Después, al día sigueinte quieres más. Todavía no te has viciado, pero te ha gustado la sensación, y te parece que puedes mantenerla bajo control. Piensas en la persona amada durante dos minutos y la olvidas durante tres horas.
Pero al poco tiempo te acostumbras a esa persona, y pasas a depender totalmente de ella. Entonces piensas en ella durante tres horas y la olvidas durante dos minutos. Si no está cerca, experimentas las mismas sensaciones que los viciosos cuando no consiguen droga. En ese momento, tú estás dispuesto a hacer cualquier cosa por el amor
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Gu3rr3ra: Lo que estás describiendo más que amor, es una dependencia emocional.
La dependencia emocional, más allá de toda la teoría que hay al respecto, es un trastorno que afecta a un significativo número de personas entre un 10 y un 20 por ciento según que aspectos se tomen en cuenta, también depende del género, ya que se estima que afecta a por lo menos el triple de mujeres que de hombres.
Hablamos, claro, de adultos, ya que en la adolescencia el número es todavía mayor.
En cualquier caso este es un cuadro que anula progresivamente a quien lo padece, aunque quien está afectado por alguno de estos trastornos ya tiene carencias significativas: bajo concepto de sí mismo, necesidad de llenar con la omnipresencia de su “objeto de amor” vacíos de su personalidad, angustia producida por su temor patológico al abandono… y un largo etcétera.
No se trata de amor, se trata de algo patológico… que sea tan difundido en la actualidad, no lo deja de encuadrar en un trastorno de la personalidad.
Niñ@s que crecieron con sensación de abandono, o su contrapartida, niñ@s sobreprotegid@s son futuros adultos dependientes emocionalmente.
Mientras quien lo padece no se trate psicológicamente, difícilmente se recupere y a una pareja con padecimientos, generalmente seguirá otra.
Hay mucho para hablar sobre el tema, siempre que se lo haga honestamente.