A veces carecer de envidia no es ninguna virtud.
Siempre me ufané de que no la conozco, cosa que debe ser cierta ya que nadie me dio una opinión contraria... Pero en mi caso, no es ninguna proeza porque sólo se trata de que tengo un ego desmedido.
Alguien, me gustaría recordar quien, dijo algo parecido a que el orgullo y la envidia no caben en un mismo pecho porque sería demasiado.
La frase, estoy seguro, tenía más elegancia. Pero, si bien la cita me gustó cuando la leí, hoy considero que más que una cuestión de espacio es una cuestión de tiempo, porque los que persiguen metas de alta dificultad, no tienen tiempo para permitirse envidiar a nadie... sólo es eso. No veo ningún mérito en un tipo que vive urgido por aspiraciones incesantes.
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