Odile, hay mucha gente contradictoria, pero hay que comer.
Por ejemplo, no todos los policías y militares creen en la democracia, sin embargo tienen que acatarla. En el momento que cometan un acto antidemocrático, expediente y a la calle.
No todos los que trabajan en zonas turísticas están de acuerdo con el turismo salvaje ni con el exceso de urbanismo, pero si quieren trabajar tienen que acatarlo. En el momento que se les escape un comentario ofensivo hacia turistas tipo "los ingleses habéis tomando España como vuestro feudo particular", expediente y despedido.
No todos los maestros varones están de acuerdo con la "igualdad" pura y dura de sexos, ni con el feminismo, ni con los LGTB, pero la enseñanza está dirigida por feministas y tienen que disimular su antipatía hacia lo políticamente correcto, y más aún trabajando con niños y adolescentes. En el momento que se les escapen comentarios machistas despectivos, expediente y no vuelva usted más por aquí.
El mundo capitalista occidental, queramos o no, se basa en numerosas contradicciones. Los que siempre dicen la verdad o al menos son sinceros con sus ideas y forma de pensar, están condenados a la marginación y exclusión.
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