De la nunca deseable "zona de amistad" es posible salir. Sólo falta voluntad por tu parte.
¿Qué tiene esa mujer de especial para que le dores tanto la píldora? Eso para empezar.
Si alguna mujer te marea la perdiz, no hace falta que le trates de la misma forma. Basta simplemente con darle la espalda. Hay que prestar atención únicamente a las mujeres que realmente nos presten atención. De su boca no has de escuchar "me caes bien", sino "me gustas".
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