Con la pareja como compañero de trabajo

Azuquitar

hola foro.

Mucho se ha discutido aquí y en su mayoría se opina que es mala idea buscar pareja en el trabajo, por si las cosas no funcionan, por si lo prohíbe alguna política de la empresa y tal.

Pero, si existiera la posibilidad de que vuestra pareja consiguiera un puesto donde ustedes trabajan ¿le pondrían alguna pega?¿tratarían de evitarlo? ¿como lo gestionarían?

Saludos.

Tass

No me gustaría, pero menos haría algo para intentar que no suceda.

No Registrado

Todo depende del tipo de relación que tengáis y también del puesto,es decir, de si vais a estar trabajando codo con codo o cada uno en un departamento,por ejemplo. En todo caso me parece mala idea, al final cada uno debería tener su espacio y quizá no os siente bien como pareja el estar todo el día juntos en el trabajo.

Noir

Pues yo no le pondría pega más que nada porque creo que a cierta edad es más fácil encontrar pareja en el entorno laboral

Y porque por un trabajo no voy a perder la oportunidad de estar con alguien que crea que merezca la pena.

Es verdad que si sale mal luego ahí está... Pero la vida es básicamente asumir riesgos.

Pedrizia

Qué gracia, Azuquitar, justo yo me estoy planteando si proponer salir a alguien del trabajo o no, así que le estoy dando vueltas a algo parecido.... pero no igual.

En tu caso:
a) Desde el punto de vista de tú como pareja: si mi pareja fuese a entrar en la empresa, creo que a la larga sería lo más aconsejable que ella fuese clara con sus superiores y RRHH respecto a que su esposa está ahí también. En plan, si la entrevistan, conozco la empresa, mi esposa trabaja con vosotros. Con naturalidad, transmitiendo que te interesa el puesto por el puesto en sí que están ofreciendo, y por otra parte, no tengo nada que ocultar, mi esposa me ha contado de primera mano lo bien que está la oportunidad, el entorno laboral, etc. Yo creo que además sería lo más cómodo para las dos, porque así no hay dobles interpretaciones por parte de nadie, las cartas en la mesa hacen que todo fluya mejor, para vosotras y para vuestros compis.

b) Desde el punto de vista de tú como jefe en la empresa, si la pareja de un empleado tuyo quiere entrar en la empresa: no lo vetaría, pero me parecería esencial conocer ese dato antes de contratarl@. Si no me lo contasen, tendría la sensación de que no querían jugar limpio conmigo. Posiblemente, procuraría que la relación laboral entre ambas partes estuviese lo más alejada posible. Por pura prudencia, porque inconscientemente ellas, y tú, y tu gente, no pueden evitar saber que hay un vínculo especial entre las dos, entonces te planteas dos veces qué les estás contando, qué están haciendo y por qué. Sé que no es justo, ¿sabes?, pero es muy humano sentir esa incertidumbre, y al final lo queramos o no puede aflorar en los resultados laborales. Si no hubiese otra alternativa que ser uña y carne laboralmente, la verdad que sí me plantearía si contratarla o no, y dependería mucho del grado de madurez que apreciase en ambas partes.

Elizabetta

A mi me gustaría haber encontrado el amor en el trabajo, pero no fue posible, tuve dos pretendientes que eran compañeros, pero los rechacé porque mi corazón estaba ocupado, y bien que lo lamenté porque elegí fatal, ojalá y en vez de casarme con quien me casé lo hubiera hecho con alguno de aquellos dos.

Si pudiera volver atrás...sin duda cambiaría eso de mi vida.

Tengo compañeras que encontraron el amor en el trabajo y todas siguen casadas y no lo han lamentado en ningún momento.

Tener como compañero de trabajo al amor de tu vida está muy bien, tener como compañero al ex de tu vida, es algo con fácil solución, ya que los maestros tenemos opciones para cambiar de lugar de trabajo todos los años.

Jarethu

A mí no me molestaría que mi pareja entrase a trabajar en mi sitio de trabajo.

De ligar en el trabajo, pues ya es otro asunto, hay muchos factores, por ejemplo en mi área la mayoría ya están en pareja o casadas. Y así no dan ganas.

Azuquitar

Hago la aclaración de que se trata de un caso meramente hipotético y para nada refleja algo que me vaya a ocurrir a mi.

Solo quería conocer sus opiniones al respecto.

Noir

Leí mal el primer post. Sorry. Creo seriamente que tengo chochez prematura

La cuestión es que tu pareja entre a trabajar en la misma empresa en la que trabajo

Depende. Si es codo con codo creo que tengo un aliado dentro.

Si es en otro departamento seria como si no trabajamos juntos.

En el primer caso pues ya puede ser una pareja súper comprendeta etc porque lo mismo es demasiado tiempo juntos. Y supongo que influirá las personalidades de ambos

No sé. Si un día me pasa os cuento cómo me va

Pedrizia

Yo creo que entendí mal el post, o sea, la pregunta es cómo me tomaría que mi pareja pasase a trabajar conmigo, no??

Mmmm doy por hecho que hablamos de colaborar juntos en la ofi. De inicio, me daría miedo que se pudiese llevar un chasco al conocerme laboralmente, o viceversa. Que viese una versión que pudiese cambiarle para mal la percepción de mí. También me daría miedo que trasladaremos problemas de un ámbito a otro, sin ser capaces de separar y diferenciar, que hiciésemos personal algo que es profesional. Por ejemplo, que te empiece a caer mal un compañero porque tu pareja tiene un problema con él.

Pero... Si existe la madurez suficiente en la relación, no veo por qué debería ser una línea roja.

Ratoncitopáez

Creo que preferiría que no trabajara conmigo, sobre todo si hay una relación, jefe-subordinado, ambos deben de ser muy dóciles, maduros y comprensivos para no llevarse un "problema" a casa.

ilcavalieri

Casualmente ayer estuve cenando con amistades y sus parejas, y salió a conversación la separación de un amigo nuestro hace ya unos años. Con su ex, se montaron un negocio de materiales de la construcción. A pesar de divorciarse aparentemente en buenos términos al inicio, acabaron muy mal, demandándose el uno al otro por mala praxis en la empresa (que luego una vez juzgado, resultó no ser así).

A razón de ello, muchos y muchas de los allí presentes opinamos que no querríamos a nuestra pareja en el trabajo, o al menos, no en un puesto cercano al nuestro.