Yo opino que la decisión a tomar a la hora de acudir solo o acompañado a este tipo de eventos depende en última instancia de quiénes sean los que se casan y de la relación que se tenga con ellos. No es lo mismo, creo yo, ir a la boda de un familiar o de un amigo que a la de un compañero de trabajo. Generalmente, cuando se va a la boda de un amigo o de un familiar, suele ser común ir en pareja, ya que, entre otras cosas, lo habitual es que ambos tengan relación (uno más que otro, claro) o al menos conozcan a los que se casan.
Ahora bien, cuando se trata de la boda de un compañero de trabajo, como es el caso, lo habitual es que la pareja de la persona que fue invitada al evento no conozca ni a los novios ni posiblemente a nadie de los que estarán allí presentes, salvo que de antemano haya tenido relación con el entorno laboral de su pareja, que no suele ser lo habitual. Así las cosas, la persona que, pese a todo, acude a la boda acompañando a su pareja (que es la que fue invitada) se encontrará con que allí no conoce a nadie, por lo que puede sentirse incómodo (yo desde luego sí me sentiría incómodo en un ambiente donde no conozco a nadie), y lo que es peor, obliga en cierto modo a su pareja a estar pendiente de él casi todo el rato, con lo que también esta última se sentirá a la postre incómoda, al no poder explayarse a gusto con sus otros compañeros invitados a la boda.
Es por todo ello por lo que digo que a las bodas de los compañeros de trabajo se acude muchas veces solo y lo normal en estos casos es compartir mesa con los otros compañeros que fueron asimismo invitados.
En todo caso, es una opinión personal, basada en mi propia experiencia al respecto y en lo que he podido ver en casos similares. Cada uno es libre de actuar como desee.... Eso sí, de ahí a ver algo oculto, anómalo o irrespetuoso en la actitud de la novia de quien abrió este hilo, va todo un abismo. Yo desde luego la entiendo perfectamente
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