Muy desagradable, el tío había besado a otras chicas antes que a mi y aún así tuve que enseñarle que en un beso no se mete la lengua dentro como si fuera un misil teledirigido. Y el tío ni siquiera me gustaba. En resumen, un recuerdo bonito, tierno y bucólico que llevaré en mi corazón hasta que consiga olvidarlo