Pues lo considero, como mínimo, una metedura de pata.
Y no me gustaría que me lo hicieran a mi, una cosa son unas caricias y otra decir que no quiero y que se me aborde dormida habiendo dejado claro que no es no.
Por más que esa persona sea nuestra pareja, su cuerpo es suyo.
Pero bueno, si lo habéis hablado y arreglado, es cosa vuestra.
|