De una foto a la realidad va un mundo.
Y no lo digo tanto porque salgas mejor o peor, sino porque una foto no logra transmitir el lenguaje corporal, ni la prosodia... se pierden muchos matices, muchas sutilezas, que al final son los que hacen que se incline la balanza para que te guste o no.
Otra cosa es que te haya parecido rematadamente feo... pero si no, estarías perdiendo una oportunidad.
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