Con paciencia y teniendo presentes las situaciones que hicieron que las diferencias fueran irreconciliables...
Es importante saber nuestros límites y los de la otra persona, y conocer qué definitivamente no se puede negociar entre los dos...
Establecer nuevas prioridades, expectativas, proyecto de vida, pero siempre sin incluir a la persona que tenemos en la cabeza...
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