Que no se asuma un rechazo amoroso con 20 o 25 años, se puede entender, recién iniciada la etapa adulta quedan muchas experiencias por aprender. Pero ya a partir de 30 años se tendría que asumir que no le podemos gustar a todo el mundo y saber dónde están nuestros fallos a la hora de querer formar pareja con una persona deseada.
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