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Hola a tod@s... Vengo a contaros mi historia a modo de desahogo y con el objetivo de encontrar algún consejo que me pueda servir.
Los dos somos jóvenes, cercanos a los 30 años; ella es una chica que ha tenido mucha experiencia con chicos y yo he sido una persona muy reservada. Por cosas de la vida, ambos nos gustamos y comenzamos a hablar por WhatsApp, mucha emoción. Desde el primer momento me advirtió que hace muchos años había sufrido en una relación y que, desde entonces, no era capaz de sentir "algo por alguien", más allá de un rato.
Tardamos meses en quedar por primera vez, por ser de diferente ciudad y por diversos motivos. No hubo sexo. Quedamos una segunda vez en un hotel y de la presión que sentía fui incapaz de hacer nada (sí, virgen, aunque no lo dije). Tras esto, marchó a otra ciudad por trabajo. Aún así, todo genial y fantástico, semanas y semanas, meses hasta vernos de nuevo y todo fantástico.
Quedamos de nuevo a principios de enero en un hotel nuevo donde nos vimos, y otra vez también tuve problemas en el sexo, muy frustrante para mí.
Tras aquella vez, su manera de ser cambió completamente. Se volvió fría. Me dijo que me quería más que a nadie, pero que se agobiaba, que no sabía lo que quería, que estaba perdida, que me iba a hacer daño... Según ella, estas cosas no tienen nada que ver con lo que le ocurre.
Desde entonces todo cambió, cada día a peor... Alguna vez me ha dicho que no quiere que me vaya de su vida, pero cada vez es más fría, más distante, y a mí eso me mata. Finalmente, ahora parece que un hermano suyo ha desarrollado una enfermedad bastante grave y eso la tiene aturdida también, pero ya no sé qué hacer, si apoyarla o alejarme. Cada vez es más distante y noto que no hago falta, aunque ella diga que no.
¿Cómo puedo reconducir la situación? Tampoco quiere quedar en persona por ahora.
¿Debería marcharme?
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