Si ya te planteaste que te atraía el de tu trabajo es que tu relación ya hacía aguas, y debíais haber quedado como esa primera vez, cada uno por su lado. Si después volvísteis salieron desconfianzas y sospechas, es porque el tema no estaba superado, y así nada va a prosperar entre vosotros.
Una relación con idas y venidas es muy desgastante. Es normal que cuando estáis separados te acuerdes de él, ya que estabas acostumbrada a él, pero si vas despegándote, quedando menos, dándole menos cháchara, etc... se te pasa.
Si seguís con tales discusiones, ni se te ocurra proponer relación abierta, ni nada similar, por dios, se volverá loco de celos y te recriminará de todo. Éso no es para todo el mundo. Si no eres capaz de decirle por tí misma que lo dejáis, espérate a que te monte el último pollo, ya que parece que son frecuentes
entonces aprovechas y le dices "hasta aquí hemos llegado", que estás harta de discutir y que no quieres seguir.