Esta visto que no hay manera de que el sol escape estos días de su plomiza prisión, apenas hace algún ligero amago para asomarse cuando ya de nuevo sus malcaradas centinelas, esas nubes grises y ceñudas que lo custodian desde hace días, vuelven a confinarlo en su oscura mazmorra. Ennegrecido el cielo, de nuevo hoy como ayer, como anteayer y como desde hace ya algunas semanas, no cesa de caer sobre el suelo su habitual cortina de agua, en silencio, sin ni siquiera el redoble de truenos que precede a esas tormentas que tan gratas resultan en verano para sofocar la ardentía de la atmósfera. No, en estas fechas lo que se está produciendo es un caer monótono y terco, cansino al máximo, soso y ceniciento, el famoso sirimiri que dicen aquí, la garúa que acostumbran a decir allende el Atlántico, pero que apenas si da tregua. Y claro, ya no hay suelo que absorba tanta agua, y ésta tiende a rebosar por las irregularidades del pavimento, que en Madrid son numerosas, hasta transformar algunos baches en verdaderas piscinas. Los sumideros no dan abasto y las cloacas comienzan a expeler agua hacia la superficie. Imagino que bajo tierra las ratas deben navegar en góndola por los túneles de la red del alcantarillado, que conforman allá abajo para ellas, para las ratas, una especie de particular Venecia. Me pregunto, ya que hablamos de Venecia, si también las ratas amarán. Cualquiera sabe. Lo que sí que hacen es copular, copulan hasta la saciedad las muy cabronas, amparadas en la darwiniana excusa de la supervivencia de la especie. A ver si cunde el ejemplo y también los españoles hacemos más ejercicios de supervivencia de esos y menos de contención, que a este paso vamos a convertirnos en un país-asilo, y como decía el título de la famosa película de los hermanos Cohen, no es país para viejos
Pero vaya, veo que también mi cabeza, como el agua, se está yendo por el desagüe: empecé a escribir para decir que ya me estaba fastidiando tanta lluvia y terminé divagando sobre la actividad sexual de los roedores que pueblan las alcantarillas. ¡Si es que....! Creo que será mejor que salga a dar una vuelta... Si escampa un poco, claro