Y ¿por qué perdonar?

Sakuntale

A continuación voy a meter un vídeo (muy cortito), donde nos hablan del perdón. Me gustaría que lo vierais y contestarais a mis preguntas sobre el tema.



Mis preguntas son las siguientes: ¿os resulta fácil perdonar?; ¿hay alguien en vuestra vida a quien deseáis que sufra el mismo daño que os ha hecho?; ¿ consideráis lícito desearle a los demás que pasen por lo mismo que os han hecho pasar a vosotros?; ¿creéis que debemos perdonar todo, absolutamente todo, o por el contrario pensáis que hay cosas imperdonables?; ¿creéis que realmente el amor y el perdón pueden curar algunas enfermedades, como dice la chica del vídeo?

No me estoy refiriendo a cuestiones de pareja, sino a todo tipo de relaciones sociales, como amigos, vecinos, familia política etc..

Espero leer muchas respuestas, gracias.

carolina95

Solo tengo por decir que el acto de perdonar nos trae paz, es necesario hacerlo, no por la persona que te ofendió o maltrato si no por ti mismo. Para mi es un acto de amor propio.

usuario_borrado

Totalmente de acuerdo con lo que dice la chica. Esto se debe a que soy creyente de La Ley de Atracción, Kabbalah y Ho'oponopono.
Y lo que ha dicho ella, es parte fundamental de las tres bases que he mencionado.
Esto ya te lo había comentado por correos de como mi mundo interno al cambiar, cambio también mi mundo externo haciendo más sencillo amar y ser amada. La felicidad permitió que acepte todo lo bueno de la vida a pesar de que sean situaciones pequeñas; apreciar la lluvia tras la ventana mientras doy sorbos a mi café. Acariciar a mi gata mientras se acurruca en mi estomago, escuchando como me arrulla sus ronroneos. Cortar flores de la calle, estas al marchitarse, pegarlas en un cartoncillo para hacerlo un separador de libros y recordar que pese a que llegue la muerte dejamos marcas y huellas en que dejan utilidad a quienes son capaces de ver la belleza en situaciones complejas.
Si la tristeza provoca que nos enfermemos ¿Porqué la felicidad no podría curarnos? En sí, no esperaría un milagro médico sanándome de una enfermedad terminal.
Por herencia genética sé las enfermedades que posiblemente pueda adquirir con el pasar de los años. Tengo un 65% de probabilidades de contraerlas por ser del género femenino. Esto, por supuesto, se puede erradicar con chequeos clínicos para su pronta detección. Así, al quererme me permito cuidarme.





Algunos verán que ciertas situaciones son imperdonables, desterrando incluso sus nombres de su vocabulario haciéndolos inmencionables.
Mientras tanto, de todos lo ejercicios que hice para mi sana autoestima, las más complicadas que me toco realizar fueron las del Perdón: Lloré pataleé, grité, y me sacudí cuando las realizaba. Como si de un ritual de exorcismo me encontrara. Pero cuando al fin los perdone, llegué a mi Sanación permitiéndome disfrutar de mi presente.


Fue a los 18 años cuando por fin tuve el valor de frenar a mi Padre. No recuerdo que me pregunto pero si recuerdo que le respondí con un -"No lo sé" -. Mi posición de aquel entonces tal respuesta equivalía a subordinación de la que merecía una seria corrección.

Al ver que sus manos apretó los puños y en su mirada se reflejaba su exacerbación supe que venía a por mí.

Extendí las manos y le clave una mirada de desafió donde le dije en voz alta -"Ya no más" - A esa edad lo superaba en estatura, lo que me dio confianza de ver por encima de mi hombro, ya no me sentía pequeña como cuando era una niña. Se quedo parado mirándome y veía como sus manos las apretaba con intensidad, como si quisiera ahorcarme. Le dije que me iría de la casa para no aguantarlo más, que se acabaron sus abusos, que ya no permitiría el maltrato.
Después de eso me retire y me fui a mi habitación. Días más tarde las cosas cambiaron donde ya no me buscaba (para pegarme), llegaba a casa muy noche cuando ya estaba dormida y se iba temprano antes de que me despertara. Mejoraron aún más cuando se consiguió una novia y se dedicaba completamente a ella. Un par de años se casaron y se fueron a vivir juntos, así que en realidad nunca me fui de casa.

Aquellas personas con las que socializo y se contagian de mi alegría creen que fui una niña consentida en mi casa, mis amigos que saben de mi pasado dicen que esa experiencia me hizo ser quien soy en la actualidad.
Pude ser alguien misándrica; resentida con mi padre y con los hombres en general, lamiéndome las heridas, pero en lugar de eso preferí hacer un cambio en mi vida. En mi caso no me estanque en el charco del dolor, preferí levantarme y cumplir con la promesa que me hice a mi misma: SER FELIZ.

Mis padres me estropearon pero estaba en mí el arreglar el desastre que ellos hicieron conmigo. El fortalecer la autoestima requiere de mucho esfuerzo, dedicación y el decirte constantemente que -"Si se Puede"-.

El problema con la relación con mi padre es que buscaba su aceptación. Que me quisiera, por eso sentía que me merecía el castigo físico que me infringía. Luego me di cuenta que eso estaba lejos de ser feliz y di un giro de 180° para conseguir mi bienestar. No fue fácil poner un alto a mis mayores temores pero cuando lo consigues la recompensa es reconfortante.
Ya superando el primer paso (sí, "el enfrentar" es el primer paso), seguí con el segundo que fue el perdonar. De esa forma se elimina el rencor y remordimiento que eso intoxica bastante tu ser interior. Curiosamente cuando perdone sentí mi cuerpo más ligero, agradable, y me facilitaba demasiado el sonreír a la vida. Con mi madre el proceso del perdón fue un poco más complicado siendo que falleció cuando tenía quince años. Así que seguí el consejo de uno de mis libros de auto-ayuda que fue escribirle una carta que deposite en su tumba, donde decía que seguramente si me viera se sentiría orgullosa de mí porque yo si estaba orgullosa de ser quien soy.

Como te mencione antes soy creyente de La Ley de Atracción y que el universo conspira a tu favor. En mi camino encontré muchas herramientas para conseguir lo que me propuse en la vida de ser feliz. Entre ellas esta el Kabbalah, y ho'oponopono.


La esposa de mi padre me decía que era un hombre muy bueno, yo la miraba un rato para contestarle: -"Sí, si lo es".
Si con ella se porto como todo un caballero entonces eso es lo que en verdad importa. Yo lo visitaba a su casa en días festivos, cumpleaños y reuniones que organizaba. Después de todo era mi papá no importando como fue mi educación a su lado.

Tal vez nunca me lo dijo de que se sentía orgulloso, pero por lo menos en su mirada yo observaba Respeto.
Algo importante que aprendí es que no podemos complacer a las personas que queremos por más que nos esforcemos siempre pedirán más y más. Por eso sentí primordial aprender a poner límites.

Perdonar puede ser una de las cosas más difíciles, sobre todo si sentimos que la persona a quien no podemos o no queremos perdonar, nos ha hecho un gran daño.
En ocasiones mantener un resentimiento hacia alguien es nuestra manera de no permitir que se nos olvide el daño que nos hicieron, y el mantener el enojo es una manera de no -liberar- a la persona de su culpa. Llegamos a creer ya sea de manera consciente o inconsciente, que perdonar es como decirle a quien nos hizo daño algo como -está bien lo que me hiciste, no es importante-, y esto es sumamente difícil cuando consideramos que el daño fue muy grande.
Creemos que perdonar es un acto en beneficio de la persona que nos ha afectado, pero la realidad es que no es así. Perdonar es en realidad un acto de amor propio, y se hace no para liberar al otro de su culpa, sino para liberarnos a nosotros mismos de la situación que nos ha dañado.
Piénsalo. Si mantenemos un rencor con alguien, ¿quién vive todas las emociones negativas de dolor, tristeza y enojo, cada vez que se recuerda la situación o a la persona que hizo el daño? Pues nosotros.
Cada vez que se recuerda lo que pasó, se vuelve a vivir toda la situación y reactivas los resentimientos hacia la persona, como si eso fuera lo adecuado, cuando en realidad quien se está afectando somos nosotros mismos. Recordando cada detalle como si hubiera sido ayer.

El mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos, es perdonar a quien nos ha dañado. Lo hacemos por nosotros, no por la otra persona. Reconoces el daño hecho, aprender lo que nos corresponde de esa experiencia, y seguir con nuestra vida con alegría y fortaleza. Ese es el mejor regalo que podemos darnos, ya sea que perdonemos a quien nos hizo un daño muy grave, o que perdonemos a la persona que nos insultó en la calle esta mañana, finalmente al perdonar, quien se beneficia enormemente es uno mismo.

Odile

En el ámbito laboral sí me vengaría , puesto que se recurre a ilegalidades aún así, como las cosas están como están... hay que tragar, y mucho

En el ámbito personal, tengo el "pronto" malo, pero después se me va olvidando, es demasiado desgastante andar pensando en rencores, afrentas, y venganzas; además, visto lo visto tantas veces, creo en el karma, y que si algo le tiene que pasar a quien sea, le pasará igual, aunque yo no intervenga. A mí misma cuando me pasa algo malo, pienso que algo malo habré hecho antes

Tampoco hablo de seguir actuando con quien te haya hecho mal como si nada, sino simplemente seguir tu camino lejos de quien sea, sin darle más vueltas a lo que te ha hecho; o simplemente, darle lo justo que te da a tí. Las relaciones, sean del tipo que sea, y para que vayan bien, tienen que ser a 50 y 50, si no se produce un desequilibrio.

dadodebaja55605

Depende de lo que se entienda por perdón. Para mi perdonar es aceptar la situación y hay veces que cuesta aceptar. Perdonarse a si mismo y seguir caminando es el objetivo.

Pero no creo en el perdón de dar una segunda oportunidad o de seguir con el mismo trato hacia una persona que nos ha dañado o nos hemos sentido dañados. Nunca he dado una segunda oportunidad a una persona ya sea familiar, pareja, amistad, conocido en cualquier ámbito y aunque no voy a decir que nunca lo haré porque luego pasa lo que pasa creo que es lo mas probable que ocurra. El orgullo es mi mayor debilidad y mi mayor fortaleza y es lo que hay. Tampoco me gusta que me las den a mi y lo entiendo ya que hay que aprender de alguna manera a que las personas no son seres que podemos tratar de cualquier manera y utilizarlas para nuestros intereses emocionales o de otro tipo.

Cuando me hacen daño me cierro y no hay dios que abra eso así que veo a la otra persona de otra manera y mi actitud cambia hacia ella aunque perdone o acepte la situación.

Sakuntale

APSARA:

Creo que me equivocas con alguien, pues a mí nunca me has enviado ningún correo.

Soy bastante escéptica (aunque no le cierro puertas a nada),con respecto a la ley de atraccion, kabbalah, hoponopono, etc, sin embargo se da la "casualidad" de que no hago más que conocer gente que me habla de lo mismo. Me parece un tema bastante interesante así que si te parece te propongo que abras un hilo al respecto, y así lo comentamos con más gente.

Si crees en ese tipo de cosas, convendrás conmigo en que lo que te ocurrió con tu padre, tal vez "lo elegiste" tú, antes de llegar a este plano. Tal vez tu padre fue alguien a quien tú hiciste daño en otra vida, y ahora te tocaba pagarlo, es decir, sus malos tratos, fueron tu karma.

El perdón del que tú y Carolina habláis me parece sumamente egoísta y no es ese, el perdón que nos inculcan desde que somos pequeños, sino el perdón por amor, por fraternidad.
En la sociedad de hoy día, te tachan de "rencoroso", como si de algún pecado se tratara, cuando a mi me parece muy justo, y muy lícito, sentir rabia, rencor, o incluso deseos de venganza hacia las personas que nos causan cualquier tipo de daño o injusticia.

ODILE:

Al igual que tú, a veces me pregunto si habré hecho yo algo para merecer que alguien se porte mal conmigo o me hagan algún tipo de injusticia. Si realmente existiera el karma y pudiésemos saber que todo ocurre por algo, y que merecemos el daño que nos hacen, sería más fácil aceptarlo de buen grado, y no sentiríamos rabia, pero como no lo sabemos...

ANDERORGAIZ:

Pienso exactamente como tú. No veo la razón por la que deba seguir teniendo contacto con alguien que sé que me quiere mal, y que no dudaría en volver a hacer lo posible por fastidiarme.

usuario_borrado

Si, disculpa te confundí con alguien más. Pues debido al tema que hablas.
El perdón del que te hablo no es egoísta, de hecho la venganza es un acto egoísta. Ya había hablado de ese tema pues la recompensa que recibe el cerebro hace que se sienta bien al vengarse. Una emoción que nada tiene que ver con el razonamiento.
Sin olvidar que el sentido común a veces actúa de manera personal, en que se piensa se hace justicia. Pero es una justicia distorsionada ya que buscas hacer daño por algo que te afecto bastante. Convirtiéndose en juez, jurado y verdugo.
Yo digo: " No hagas lo que no te gusta que te hagan".

Ya hable del Kabbalah y es un tema de controversias, igual que todas mis creencias. Prefiero comentar como mis creencias me ayudaron a mi vida compartiéndolas en post en lugar de debatir sobre ellas.

Sobre la violencia intrafamiliar. No funciona así el Karma. La acción y consecuencia es más compleja que pagar por lo que hiciste en tu vida pasada.
Además, yo prefiero creer más en el Dharma, es una filosofía más adecuada para mí y mi autenticidad.

dadodebaja55605

Desear el bien, desear el mal, querer reflejar el dolor recibido y sentirse bien por ello, el cariño, la frialdad etc... son todas cualidades humanas, queramos o no las vamos a sentir. La diferencia esta en si se queda como un sentimiento o si hacemos algo con lo que sentimos.

Yo no le deseo el bien a alguien que me ha dañado y no me siento mal por ello. Que la vida les traiga lo que les tenga que traer, yo sigo mi camino por otras sendas.

Ginebra

A mi me resulta fácil perdonar pero ese perdón no conlleva olvido, los recuerdos no se van con el perdón porque mi corazón perdona, no me cuesta mucho, pero mi cerebro no olvida.

Y no le deseo a nadie que me haya dañado ningún mal ¿para qué? eso no cambiará el pasado y yo no me sentiría bien como persona.

Graliant

No estoy de acuerdo con el vídeo, pero yo creo que lo más práctico es aprender siempre la lección, perdonar la mayoría de los casos y, a veces, asegurarse de que no ocurra nada parecido.

Creo que mucho rencor cambia a las personas para mal y lo correcto es abrir siempre una ventana al perdón.

AverHT

Yo rara vez perdono, no por rencor, sino porque cuando yo perdono vuelvo a ser amable, simpático y bueno con esa persona y no debo hacerlo porque por lo general me vuelven a ofender porque la mayoría de la gente confunde la bondad con debilidad y no es así.

Por eso no perdono, porque la gente que me hace o ha hecho daño no merece ningún tipo de bondad de mi parte, y el acto de perdonar es un acto de bondad. Nunca me vengo pero sí tiendo a ignorar y neutralizar a esa persona, a la gente así hay que borrarla de nuestras vidas, aunque sean familiares.

Zeus6

Pues claro que hay que perdonar. si no ¿como dormir por las noches a pierna suelta y disfrutar de los pequeños placeres de la vida en el día a día?, pero si que hay que hacerse sabiamente selectivo y pragmático con quienes ya has conocido. No se donde lo leí o escuche pero me quedé con esta cita: Si te pica un escorpión, no es que nadie creara el desierto contra ti, si no que el desierto ya era así mucho antes antes de que tu nacieras.

...o algo así igual fue una película mala.. pero el mundo es el mundo desde siempre, y aquí no se salva nadie de "picotazos" ajenos, lo demás son libres elecciones nuestras.

dadodebaja57180

Yo creo en el perdón, y a quién no crea le diría que lo enfoque como un acto de egoísmo, para sentirse mejor con uno mismo, un acto que le hará mucho bien.

Perdonar no quiere decir mantener una relación con una persona, no tienes porqué, pero si no guardarle rencor y no desearle ningún mal.

Respecto a la venganza: "Antes de embarcarte en un viaje de venganza, cava dos tumbas.", Confucio.

No le deseo ningún mal a nadie y más que en el Karma creo en las consecuencias de nuestra actos y en la suerte, para mí es un factor importante, eso sí creo que la suerte hay que merecerla, cuando la tienes hay que cuidarla.

Sakuntale

Os respondo un poco a todos en general:

Insisto en que perdonar por sentirse bien uno mismo es egoísmo. Que no digo yo que no sea práctico, y además inteligente, pero Apsara, debes admitir que es egoísmo puro y duro, aunque todo el mundo está en su derecho de perdonar por egoísmo o no perdonar.

Yo raramente perdono, y te aseguro Zeus, que duermo a pierna suelta y disfruto de todos los pequeños placeres de la vida, como tú dices, porque tengo la conciencia tranquila. No me meto con nadie, pero tampoco consiento que se metan con mi familia o conmigo.


Imaginad por ejemplo que tenéis un jefe o un compañero de trabajo que es un capullo y os hace la vida imposible, y con el paso del tiempo, la vida os pone en bandeja devolverle un poquito de su propia medicina, no solo para que vea como os ha hecho sentir a vosotros, sino también porque es justo que lo sienta de primera mano. Y ahora decidme: ¿no ibais a sentir la tentación de "devolvérsela"?

Creo que la mayoría de personas caerían en la tentación aunque muchos prefieren creer que no.

No sé por qué la gente (incluidos vosotros), relaciona no perdonar con sentirse mal o con sufrir, pero os aseguro que yo me siento "justa" y a gusto conmigo misma. Nunca me he vengado de nadie porque no he tenido la oportunidad, pero si se diese el caso, lo haría sin ningún tipo de remordimiento. Creo que la palabra venganza no debería existir, porque tiene connotaciones negativas, que no expresan su verdadera esencia, y no es otra que "justica".

usuario_borrado

Como dije y lo vuelvo a repetir la Venganza es egoísmo. No hay egoísmo puro y duro, por perdonarlos.
Si no quieres perdonar no perdones, pero no tengas la Interpretación de los Hechos como algo real cuando es solamente -"Tu Verdad"-. De que quieras castigar a quien te hizo daño justificándolo como justicia.


Ya había hablado de este tema en mi diario que con gusto COPIO y PEGO porqué va de acuerdo al tema:








La autoestima es una combinación de ideas y de percepciones que tenemos de nosotros mismos, lo cual se manifiesta en nuestra imagen y nuestros comportamientos. Cuando se nos dice que es importante tener una autoestima alta, no se trata de volvernos arrogantes o engreídos. Mantener una autoestima alta es un aspecto muy importante en la salud mental de cualquier persona, y de eso se trata los ejercicio que realizo.

Ya previamente había mencionado que me llegaban actividades por correo uno de la cual me encanto fue el uso del sentido común. Que es la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable.
Eran cinco retos usando nuestro sentido común con opciones múltiples poniéndote en una situación y debías elegir como resolver el problema. De los cinco ejercicios me salió el mismo resultado:

-"Gracias a tu sentido común estás muerta".

Osea, que por creer que hacía lo correcto no necesariamente significaba que era lo correcto. Resolvía los retos a base de la percepción en lugar de pensar detenidamente el problema en sí. El basamento del sentido común puede ser tan débil, tan delgado, que basta una simple situación para volverlo obsoleto.
Es muy interesante observar que algunas personas movidas por el sentido común acaben consumiendo creaciones de esos pocos que creen que no lo tienen o que no los respetan, llegando a la Venganza.

-"El que te la hace la paga, el que a hierro mata a hierro muere, ojo por ojo y diente por diente, la venganza es un plato que se come frío, la venganza es dulce etc.." -Son algunas frases respaldando el sentido común de que desquitarse es lo correcto.

Pero ¿porqué la gente busca venganza? Sencillamente porque es placentera. La venganza activa los centros del cerebro de la recompensa, el centro de anticipación, de logros, de metas importantes. Entonces como estos circuitos se activan se siente bonito vengarse. Dando una lección de quienes nos lastimaron es que nadie nos puede lastimar. La intención es como un aprendizaje una sensación de justicia. Pero esta lección de vida es un comportamiento primitivo. No te da tiempo de pensar en las consecuencias por eso se dice que la venganza se sirve en un plato frío. Es decir, que debes comerlo rápido. Es muy emotiva porque finalmente viaja por los circuitos neuronales que viajan más rápido que el pensamiento de la razón.
La Venganza no es para restablecer un daño, es para que el otro aprenda a través del sufrimiento impidiendo que te vuelva a lastimar.

Ahora analicemos detenidamente ese sentido común. Cuando alguien te hace daño no usas la razón, te guías por las emociones donde se magnifica el asunto prestando mucha importancia a lo que te hicieron pasar. Perdiendo objetividad a la hora de hacer justicia, creyendo que quien te lastimo obtuvo una ganancia así que al vengarte le restas esa ganancia que consiguió contigo.
La interpretación del hecho es que son de lo peor o unos malditos. Agarrando antorchas y tridentes para lincharlos para lastimarlos sin medir las consecuencias.



Nosotros tenemos tres opciones cuando alguien nos lastima:

1.-Vengarse
2.-Aguantarse. Eso no es bueno porque hace que generes resentimiento.
3.-Perdonar: Tomar amnistía, -"renuncio a lastimarlo para estar en mi Paz Interior".


Repetirse a si mismo que aunque todos cometemos errores, soy una persona capaz de perdonar a otros así como de perdonarme a mi misma.
El repetir cualquier otra frase que se crea necesario escuchar, como que soy una persona divertida, una persona atractiva y, por supuesto, no tener ninguna inhibición en decirme a mi misma que me amo y me valoro mucho.
Hacer estos ejercicios para mí son un hábito. Viendo que a veces lo que se necesita para empezar a valorarse más a uno mismo es tomar pasos consistentes y crear hábitos que nos ayuden a apreciarnos más como personas. Aprendiendo a soltar las malas emociones, malos pensamientos y ampliar nuestra percepción de lo que nos rodea. Entendiendo las enseñanzas que nos da la vida con las experiencias al conocer personas ya sea para bien o para mal.

No me conformo con las actividades que me llegan a mi correo. También leo blogs con temas de espiritualidad y salud mental.


De hecho, esto me ayuda a reconocer que puedo estar equivocada ¿Nunca les ha pasado que tus grandes avances y descubrimientos se dan cuando estás frustrado y lleno de dudas? Esto sucede porque la frustración te obliga a pensar diferente, a mirar por fuera de la caja y considerar la solución que no tenías en cuenta.
Tener una mentalidad fuerte implica saber que dependiendo dónde enfocas tu atención, allí se definirán tus emociones. Cuando, por ejemplo, solo piensas en los problemas que estás enfrentando, automáticamente estás creando y prologando tus emociones negativas y el estrés, situación que afecta tu rendimiento.

Saber que la vida es mucho más simple y placentera cuando aprendes a perdonar, y olvidas situaciones negativas, a pesar de que nunca me hayan pedido perdón, es una actitud de una persona mentalmente fuerte. Recordar eventos pasados que me hicieron daño, no solo me trae malos recuerdos, sino que afecta la felicidad presente. El odio y el rencor son parásitos emocionales que me quitan el disfrute a la vida. Saber perdonar, esto no significa que se olvida sus acciones, simplemente que se libera de ser su víctima para siempre.

Viendo las noticias de la televisión que todo se limita a la actualidad de las guerras en el mundo, ataques violentos, economías al borde de la quiebra, compañías no cumpliendo expectativas, desastres ambientales. Con este tipo de contenido es muy fácil pensar que este mundo va en caída libre.

Y hasta puede ser cierto, pero las personas mentalmente fuertes no se centran en lo que no pueden controlar. En vez de estar pensando que tan triste está todo, qué tan complicado esta la situación actual, se decide enfocarse en lo que sí puede mejorar.


Debemos ser parte de la solución y no ser parte del problema.

Por mi parte no hago lo que no quiero que me hagan o mejor dicho -No hago lo que ya me Hicieron -. Pues mi creencia del kabbalah me permite decidir en ser parte de la solución y no del problema. Si hay actitudes que nos molestan ¿Entonces porqué las reproducimos?

luchanadj

En esta vida, más que perdonar, es mejor olvidar. No es tan larga la existencia como para andar comiéndose la cabeza por tonterías. Mirar al frente y ya.

Elizabetta

Como ya te han dicho, el perdón nos lleva hasta la paz interior, siempre es un acto que nos reconcilia con los demás.

Ahora bien, hay muchas cosas que no se pueden perdonar, por ejemplo, que alguien nos humille o nos degrade, que nos maltraten psicologicamente, que nos agredan verbal o fisicamente...

Da igual que sean amigos, que familiares, que amores, hay cosas que no se deben perdonar, lo que si ocurre es que el tiempo es sabio y nos hace "olvidar", o al menos, apaciguar el dolor que nos causaron.

Zeus6

Hola hay gente que el rencor la consume y la obsesiona e incluso la enferma,..Si la persona es pusilánime, el rencor aun agravara su caída hacia una depresión, en cualquier caso la actitud lo es todo (fuerza o debilidad).
¿Que si me vengaría? psss,..no me obsesionan ciertas cosas desde hace muchos años (el tiempo moldea a uno),..pero si se me tercia mmmh... supongo que depende del día ..

Sakuntale

Veo que no hablamos del mismo tipo de rencor. Yo me refiero simplemente a apartarse de la gente que te ha causado algún tipo de perjuicio,de ponerlos en la "lista negra", y si algún día se tercia, pues... oye por qué no?

Miercoless11

Y... ¿Porque no perdonar?

Hace no mucho leí una gran frase.. "Quien te enfada, te domina"

Así que perdonar, no guardar rencor y no vengarse es lo más inteligente que uno puede hacer, que no es lo mismo a olvidar o a seguir igual con esa persona, eso ya dependera de la gravedad de lo que te hizo.

Es que nadie es perfecto y todos en algún momento podemos cometer algún error... Y a todos nos gustaría que nos perdonasen e incluso me atreveria a decir que no hay perdón más difícil que el de uno mismo ya que solemos ser los peores jueces.