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Os resumo: dos años de relación, ella siempre súper detallista, romántica, cariñosa. Yo más pasota, diferentes perspectivas de futuro. Dos días antes de dejarme me sigue diciendo que me quiere, que me echa de menos (llevábamos 4 meses a distancia, aunque nos habíamos ido viendo una vez al mes), que no tiene ojos para nadie más... De repente, zas, "lo nuestro no funciona".
Ya nos había pasado una vez, pero a los dos días volvió arrepentida. Esta vez su decisión es firme. Al principio lo típico, le digo que estoy hecho caldo, que se lo piense, pero nada, sigue en sus trece. De repente se convierte en una desconocida, quiere mantener la amistad pero se muestra muy fría, nada que ver con la persona que conocía.
Me jura y me perjura que no hay otra persona. Hago mis cuentas y la verdad es que no le ha dado mucho tiempo de conocer a nadie más.
Luego contacto cero dos semanas, pero un día lo rompo y la llamo. Hablamos muy a gusto y retomamos contacto. Dos semanas después le pido otra oportunidad y me sigue diciendo que no. Alega la distancia, la rutina e incluso algunos problemas en la cama (perfectamente solucionables). Vuelvo al contacto cero hasta hoy (una semana y media después).
¿Qué ha pasado? ¿Tengo posibilidades de volver? Le estoy haciendo un vídeo romántico con fotos de momentos bonitos, es un vídeo de despedida (del tipo "no podemos ser amigos porque yo necesito más") pero tengo la esperanza de que esas fotos y esos momentos le hagan pensar en todo lo que está a punto de dejar para siempre. Si no, tengo claro que el siguiente paso es borrarla de mi vida para empezar a "curarme".
Lo raro del caso es que en la relación yo siempre había pensado que ella era la que estaba más enamorada.
¿Qué opináis?
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