Saludos a todos.
Me gustaría contar con vuestros consejos y palabras de ánimo, ya que me encuentro en una posición extremadamente delicada.
Tengo 25 años, llevo con mi pareja desde hace 4, y todo sea dicho, no estamos en nuestro mejor momento. No obstante, el asunto no es ese.
El problema es que he sentido la llamada del Señor, y me gustaría dedicarle mi vida, recibiendo el sacramento del sacerdocio. ¿Cómo podría abordar esto con mi pareja? ¿Qué decirle?
Os pido comprensión, ya que no es fácil para nadie, desde luego para mí, que me encuentro en una vorágine de sentimientos. También he de aclarar que no lo hago por despecho o ante dificultades, es algo que llevo meditando y estudiando desde hace tiempo. Comprended que son inquietudes muy íntimas y profundas, así que por favor, acudid desde el respeto pues, como digo, es tremendamente duro para mí.
Muchas gracias.
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