Bueno la diferencia entre ser maduro realmente y un pobre tío que se comporta como uno de quince (eso habla de su verdadera edad mental) ya te lo han explicado muy bien.
Aquí el verdadero problema es el tuyo. Porque eres tú la que has venido a compartir esta historia con nosotros, y por tanto la única que importa.
Bien, aquí el tema no sería tanto lo rápido que puedas cambiar de compañía (aunque debes hacerlo) como aprender a manejarte con el sexo opuesto.
Si aceptas un comportamiento como la de este niño (no me sale llamarlo hombre), ¿que no aceptarías de alguien que te haga vibrar tan sólo con recordarlo?
¿Puedes decirte con toda honestidad, que sabrás poner los límites que sean necesarios cuando, al que ames de verdad, te haga sentir humillada?
Porque aún sin llegar a estos extremos, y más con la falta de afecto y estímulo que denotas, es probable, que al primero de los que ¡sí! salgan contigo, no le pongas muchos reparos, y luego esto pudiera llegar a hacerse un hábito.
Contrariamente a los que muchas chicas imaginan, a los hombres nos agradan las tías que (de ser necesario) saben hacerse valer.
Ejemplo cualquiera: "El va con ella por una calle concurrida, y como suele suceder en una calle concurrida, en una disco, en una playa, en cualquier sitio donde las chicas lindas brotan y florecen... aparece una capaz de deslumbrar a una piedra... ella nota que el trata de disimular (o no), pero luego como si no pudiera refrenarse la mira con descaro o incluso se da vuelta para mirarle el trasero (de todo hay...). ¿Cómo reaccionarías...?
1) Le das un codazo en las costillas.
2) Haces lo mismo que él, cuando un tío pasable (los hombres nunca han deslumbrado a las piedras)) aparece en medio de al multitud.
3) Estoicamente soportas la situación, y sumisa... y callada... continúas caminando a su lado porque piensas que cuando más sumisa y callada seas, más oportunidades tendrás de que él continúe a tu lado por siempre...
4) Te detienes al instante, lo miras fijamente y le das a entender que acaba de pisar el borde del precipicio. A la próxima lo tirarás al barranco del olvido, y él tendrá que buscar otra con menos personalidad que tú.
5)...6)...7)... y todas las opciones que s te puedan ocurrir...
Sería bueno comenzar a imaginarte con otro... También en situaciones más agradables...
Puede ser un paso hacia un nuevo camino, o hacia un nuevo acompañante.
Fuerza y adelante!
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