Cita:
Iniciado por Indefinible
A lo mejor una cosa importante sería ser prudentes con nuestros sentimientos y no volcarnos en una persona hasta saber bien si es buena para nosotros o no.
Creo que todos, en mayor o menor medida, podemos controlar a nuestro corazón con la razón.
A lo mejor una de las claves de la felicidad es saber controlar y dosificar nuestras emociones, y sólo abrir nuestro corazón cuando la razón nos indique que es el momento apropiado.
|
Entre las capacidades principales con que contamos como seres humanos, están éstas 3, en orden:
Intelectiva
Volitiva
Afectiva
En teoría deberíamos pensar primero y sentir después, pero al enamorarnos invertimos el "orden" de estas capacidades, y
pensamos con el corazón. Pero tienes una verdad en lo que has escrito. Si dosificaramos y tuviéramos cautela inicialmente en una relación, nos ahorraríamos muchas decepciones. El problema sigue siendo el mismo, nos prendamos del otro en poco tiempo, y es más la revolución sentimental, hormonal, etc. Que adiós capacidad de pensar. Los románticos puros dirán, pero es un sentimiento, por qué tendría que pensarse y racionalizarse, solo debe sentirse y ya; los racionales dirán, por qué ser instintivos y caer ante la atracción, las hormonas, etc.
El lado opuesto, ser demasiado reflexivo, tampoco ayuda de mucho, porque seríamos seres sumamente cautelosos, a la expectativa y con desconfianza de entregarnos por completo por temor a resultar lastimados. Te lo digo por experiencia, que aún cuando he querido mucho a mis parejas, creo que siempre he estado a la expectativa para evitarme tragos muy amargos, aún así, siempre termina sufriendo alguien.
El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Deberíamos temerle menos al dolor.