Cita:
Iniciado por sergio07
Hola telenieco, hay algunas cosas que no tienes en cuenta.
La primera que ella sigue teniendo novio, no lo ha dejado. Puede decir una o muchas veces que lo va a ser, pero si fuera tan simple no andaría hablando, sino actuando.
La segunda que no tienes en cuenta a la persona dejada, esta puede pensar que todo va bien, que está muy enamorada y de un momento a otro le sueltan no sólo que lo van a dejar, sino que desde hace un tiempo está saliendo con otra persona. No tiene sentido, la relación se había terminado antes y ni fue avisado.
La tercera ligada a la primera es el daño y los problemas que puede acarrear el continuar saliendo con una mujer con novio. Ella puede estar jugando y él puede terminar enamorado o en la mira del novio.
|
Sí lo tuve en cuenta, y si lees el post que escribí después lo verás
La cosa está clara. Si tanto le quiere, que deje a su novio y se vaya con él (bueno, que vayan poco a poco porque el chaval tampoco quiere que vaya tan rápido el asunto). Al chico ya se le ha dicho mil veces, que si esta mujer es de las típicas de "ahora le dejo, ahora no" y se pasa así media vida, que corte de raíz cuanto antes.
En cuanto al cornudo. Sinceramente, no es problema mío (suyo). Ni siquiera le conozco. Bastante tengo con preocuparme por la gente que conozco como para pensar en los demás también. Hay que ser un poco realistas. Por supuesto que no me gustaría ver sufrir al chaval. Y yo le dejaría claro que si quiere estar conmigo de verdad, que antes de seguir haciéndole daño, que lo deje (y no solo por el chico, sino por mi, para saber si esta historia se va a demorar en el tiempo o no). Pero no me va a dar ninguna pena que deje a su novio por mi. Seamos honestos. Si nos gusta una persona y esa persona deja a su pareja por nosotros, su pareja nos va a dar igual. Estaremos felices de estar con ella.
No sé, igual te puede parecer egoísta, pero habría que verte en la situación también... somos así, animales irracionales que nos da por pensar cuando los problemas los tienen otros y caemos en las mismas piedras cuando se nos presenta la adversidad.