En cualquiera de los dos casos hablaría en privado con mi pareja sobre que le parece. Pero vamos, totalmente inclinaría la balanza hacia el sí.
Me costaría más aceptarla en caso de que el que ofrece fuera un tío...
pero vamos, es una vida resuelta por media hora de sexo incómodo... eso no es nada comparado con las horas de trabajo perjudiciales para nuestra salud mental y física que sacrificamos por el dinero justito para vivir.
Si a ella le pareciera bien hacerlo, yo lo aceptaría (arriesgándome a que se enamore del tío... pero vamos, ese riesgo seguiría estando ahí desde el momento en el que el rico le tira los tejos, ¿por qué no llevarme yo un pico?
)
si por el contrario notara más bien que no quiere no la presionaría, ya que podría convertirse en algo que me reprocharía para siempre
Y si yo fuera el rico... no sé, no creo que encontrara divertido andar poniendo a prueba a parejas de casados (total, ya creo poco en el matrimonio de por sí
) además no me gusta nada la idea de pagar por sexo en ningún caso. Yo me acuesto con gente que quiere hacerlo conmigo, no con alguien que lo está pasando mal y pensando en dinero.