Pues me he tragado el anzuelo hasta las trancas. El caso es que solo doy a lo que me aparecía en negrita pero puede que mi dedo-***** haya errado de nuevo el tiro...
Ahí ya no habrán historias de super, sino de casas de reposo. Cuando la cuidadora te dé un postre extra o te regale una sonrisa, romperá varios corazones jajaja