. Una idea obsesiva es aquella que de forma no deseada aparece produciendo un nivel elevado de malestar. Suele estar relacionada con un temor a poder hacer daño a alguien, a poder enloquecer, a poder contraer una enfermedad, a dejarse el gas abierto… Una idea obsesiva es uno de los síntomas asociados al trastorno obsesivo-compulsivo, aunque pueden darse aisladamente sin llegar a configurar un cuadro psicopatológico.
Cada vez que una situación tiene relación con una idea temida, y alcanza el grado de idea obsesiva, aparecen cadenas de pensamientos intentando determinar si se puede hacer realidad. Se valora si es un temor fundamentado o no, si existen medidas que habría que poner en funcionamiento y cómo serían… Estas reflexiones son inacabables y por este motivo generan de forma ascendente ansiedad. En ocasiones tras las ideas, son los análisis que realiza la persona los que acaban siendo los que producen más miedos y más ansiedad anticipatoria. Tal es el caso del miedo a ser homosexual. Pongamos una situación a modo de ejemplo: un chico heterosexual, estando en una discoteca ve bailando a otro chico sin camiseta marcando músculos. Puede ser algo que ya ha visto otras veces, pero ese día al apreciar claramente que estéticamente es agradable, aparece un pensamiento fugaz: “¡a ver si ahora te van a gustar los chicos!”. Lo que en un principio es una idea como otras que le han pasado por la cabeza, en esta ocasión el pensamiento no le gusta, lo rechaza, puede generarle incomodidad y miedo a que se instale de forma permanente. El problema comienza a agravarse cuando ese chico quiero alcanzar, con cierto grado de obsesividad, pruebas que le demuestren que su miedo no es cierto, buscando comprobar si las chicas le siguen gustando o no: ligando, besándose o teniendo relaciones sexuales siempre con el fin de certificar que aparece la atracción física y sexual hacia las chicas. Todo esto puede producir una gran auto-observación, que normalmente inhibirá el deseo. A partir de este momento la idea obsesiva comenzará a crecer con fuerza ya que donde se pretendía alcanzar la calma, se va generado la confirmación del temor: ser gay. Psicologos Clínicos Madrid.
A menudo la persona que tiene miedo a ser homosexual, no tiene sentimientos homófobos, pero sentir que no desea serlo y ver que los datos analizados no puedan descartar un deseo oculto hacia personas del mismo sexo, puede ser suficiente para generar una idea obsesiva, y posteriormente el bloqueo. En pequeña escala, una sensación de malestar similar a la que produce una idea obsesiva, es la que se produce cuando alguien nos dice: “te pasa algo, estás mal”, sin que en realidad estemos sintiendo ningún malestar. Al responder negativamente, el otro puede insistir: “lo ves, te estás enfadando…” Poco importa que el enfado sea por la propia pregunta, la realidad es que al expresar el malestar, el otro puede interpretar que venía de antes. Para uno mismo es irritante, es como si te obligaran a creerte algo que no sientes. Con una idea obsesiva como la de poder ser homosexual ocurre algo parecido, sólo que en esta ocasión, no es otro quien nos quiere hacer creer en algo, sino “uno mismo consigo mismo”.
El enfoque terapéutico se centra en ayudar a la persona a convivir con sus temores, para después conseguir fortalecerse y manejar adecuadamente las ideas de carácter obsesivo.
http://gabinetedepsicologia.com/idea...id-tres-cantos