Soy una chica de 29 años. He conocido muchas personas, y siempre he pensado que aunque seamos diferentes, de alguna manera todos encajamos en patrones similares de comportamiento, como por ejemplo: gustos, principios, hábitos, ideologías, etc. Y que partiendo de la observación o identificación de ciertas características, más la posible química o compatibilidad, las personas nos gustan o no nos gustan; pero en fin, ¿por qué digo todo esto? Porque conocí a alguien verdaderamente "genuino", alguien sin etiquetas. Alguien del que está de más decir que es agradable, divertido o inteligente. Alguien que piensa de una manera muy particular, alguien a quien no logro encasillar en un patrón. Aún así, pienso que es un rebelde místico. Es alguien que se sienta y responsablemente filtra o adopta todo aquello que es percibido por sus sentidos... Y mil cosas más.
Ahora bien, ¿cuál es mi problema?, dirán. Mi problema es que lo conocí por Internet, de una forma sumamente casual, en una página de música. ¡Diooos! Nunca he visitado una página de esas dónde se busca pareja, ni siquiera soy una adicta a las redes sociales
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Bueno, les cuento, todo comenzó con un trato cordial y la recomendación de un par de canciones, luego me comentó que tenía un blog y lo visité; siguieron unas cuantas conversaciones sobre temas diversos, desde política hasta cultura, las cuales, con el pasar de los días, se volvieron muy frecuentes. Y desde ese momento hasta ahora, hemos mantenido contacto desde hace un año y medio. Nos hicimos amigos, puedo decir con propiedad que somos amigos
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Luego de varios meses conversando, nos enviamos fotos, nos vimos por webcam y hemos hablado por teléfono en varias ocasiones. Nosotros no buscábamos pareja por la web, ninguno cortejó al otro, ni le hizo insinuaciones en un primer instante, ni nos dijimos "te amo" o "te quiero" a la segunda semana. Hemos sido un apoyo en momentos difíciles, cómplices en cuanto a secretos, y compañeros de risas o historias.
De un tiempo para acá, hemos reconocido sentir algo muy especial el uno por el otro, y de una manera espontánea han surgido pláticas intensas e íntimas. Nos queremos, aunque él dice que yo idealizo una imagen que he ido construyendo durante todo este tiempo, no sé si tendrá razón, sólo sé que siento algo y que de los dos nace una atmósfera increíble.
Yo soy de Venezuela, él de Argentina, y tengo pensado viajar a Buenos Aires a finales de año debido a unos asuntos profesionales. Él vive en una Provincia alejada de la capital, pero cuando le conté, me dijo que iría a verme. Se lo comenté hace tres días y no hemos vuelto a tocar el tema. El asunto es que estoy muerta de miedo, temo que al verlo no quiera dejarlo
... No creo que algo entre nosotros pueda funcionar en un futuro, querer que así sea implicaría muchas cosas y no me siento preparada para ello.
Ahora me digo: Sí, Vero, sí puedes querer a alguien a quien no ves y a quien no tocas, es posible. Pero a la larga, esto podría causarte sufrimiento. Aunque quizás no...
Gracias por leerme...
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