Hola, Niña de los Carbones Dulces!!!,
¿cómo estás? encantado de conocerte!!! :P espero seamos buenos amigos ahora que empiezo a conocer tu lado más dulce de mujer, lo que has escrito es muy bello, profundo y dice mucho de ti, aunque pensándolo bien yo conocí a una chica muy alegre, divertida y gran amiga justo en el mes de Noviembre del año pasado, y la verdad se parece mucho a ti, en tu forma de hablar, de expresarte, de reír, y es eso que me haces recordarla mucho, ¿qué será? :roll: Bueno, bienvenida por tercera vez!!! :P Que sepas que cuentas conmigo para lo que sea necesario, tú me dices no más. 8) Miles de Besos Dulces!!! :wink: Muaaak, Shhhhh ... :wink:
PDST : Ya que tanto hablas de carbones dulces, espero te gusten estos regalitos que van para ti con mucho cariño de Zizoutheromantic!!! :wink:
"Carbón Dulce" : un delicioso castigo
La llegada de los Magos de Oriente trae consigo algunos alimentos y golosinas que hacen de la Epifanía algo especial. El Roscón es el dulce más consumido del día, acompañando nuestros menús y dándole un toque especial. Pero ésta no es la única golosina de la que vamos a disfrutar.
Como seguro que la mayoría de nosotros no nos hemos portado del todo bien a lo largo del año, los Reyes dejarán junto a nuestros regalos un poco de carbón de azúcar. Se supone que este obsequio es símbolo de castigo y reproche, sin embargo, cuando probamos su dulce sabor, es fácil olvidarse de nuestras pequeñas travesuras.
El carbón dulce es un preparado a base de azúcar y agua (denominado glasa). El modo de elaboración consiste en conseguir una especie de espuma que, al enfriarse, se parece al carbón, de ahí el nombre. Eso sí, previamente hay que colorear el compuesto con humo negro.
El primer paso es preparar la glasa en frío: azúcar lustre en un 80% y agua en un 20%, hasta obtener una masa homogénea a la que daremos color para que obtenga su aspecto tradicional.
Seguidamente se prepara un jarabe también con agua y azúcar común, hasta que alcanza el punto de caramelo blando, esto sucede a 128º C aproximadamente. Al conseguirlo, se retira del fuego y se añade la glasa elaborada anteriormente. Sin dejar de remover en círculos, veremos que el conjunto esponja y sube en forma de espuma. Lo dejamos enfriar y ya tenemos nuestro dulce listo para comer.
"El mundo debió quedarse así tal y como estaba antes de que Dulzinea comiera sus primeros y deliciosos carbones dulces ... "