Entre los datos que envió el transpondedor, dispositivo que sirve para identificar al avión en el centro de control, se encuentra información destacable: entre otras, que no desconectó el piloto automático, sino que lo modificó para que el avión volase casi a ras de suelo, lo cual, lógicamente, era imposible entre montañas que superaban los 2 km de altura.
Para hacerlo más entendible: en el mundo aeronáutico, la altitud se mide en pies. Ese vuelo tenía establecido volar a FL380, es decir, 38.000 pies, unos 11,5 km sobre el nivel del mar.
Por los datos que se han hecho públicos
que se pueden consultar aquí, se modificó la altura asignada en el piloto automático en dos ocasiones, marcadas en negrita:
09:30:52Z.386 MCP/FMC ALT: 38000 ft QNH: 1006.0 hPa
09:30:54Z.083 MCP/FMC ALT: 13008 ft QNH: 1006.0 hPa
09:30:55Z.397 MCP/FMC ALT: 96 ft QNH: 1006.0 hPa
9 segundos después, el avión abandonó el nivel de vuelo 380 para comenzar a perder altura, de manera constante:
09:31:04Z.376 T,3c6618,43.145731,5.692945,37975,GWI18G
No fue un descenso brusco, quizás si algo superior a lo habitual en una aproximación a un aeropuerto... Pero cada día queda más claro cuáles eran las intenciones reales del piloto que en ese momento se encontraba a los mandos.