Esta historia es de un amor un poco extraño, un amor que no pide tocar, ni besar, ni abrazar. Sólo fundir mi alma con la suya. Tan "sólo" eso.
Es la primera vez que siento un amor tan puro, tan limpio...y no es con mi pareja. Mi pareja es "terrenal", mi realidad de día a día. Es mi ancla al mundo. Le quiero, le adoro. Sin embargo, el extraño amor que siento por esa otra persona es de otro modo. Es la persona más inteligente que he conocido, y mi curiosidad por él es enorme. No quiero "manchar" esa pureza. Siento admiración, y respeto, aunque me sienta como un pato mareado en su presencia. De algún modo, le entiendo, pero nunca he hablado con él, a pesar de estar a veces tan cerca...aunque no me hable, puedo sentirle, veo sus pensamientos, pero será igual por los siglos de los siglos. Seguiremos sin hablarnos...
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