Tenía 15 años y fue con la chica que nos cuidaba a mi y a mis hermanos.
Ella tenía 19 y me llevó de paseo por la playa de Cullera.
Era de noche y estabamos ahí los 2 paseando cogidos de la mano sin que mi madre nos viera para no pegarnos el puro, y cuando pasamos por un banquito en la penumbra nos sentamos.
Me abrazó y me enseñó como se besa, la verdad es que aprendí la lección enseguida, como besaba aquella chica.
Creo que a fecha de hoy sigo repitiendo los besos que me enseñó.