Todo por dinero

Yani_na

El año pasado un tipo que colecciona pinturas se volvió loquito por mi, y yo me daba cuenta aunque no hacía falta ser muy astuta para eso, yo sabía que era casado y aunque no me meto en ese tipo de líos porque me gusta ser la única.
Cuando una tarde me invitó a tomar un café, me pareció que a esa hora y habiendo sido siempre tan amable conmigo, estaba bien aceptar porque además yo tenía mucha curiosidad.

Para mí fue muy divertido, porque me miraba que parecía que me iba a comer con la mirada, pero en lo demás era supercorrecto. me hablaba de mi carrera (pinto), de que lo único que me hacía falta era tener una oportunidad.
En un momento se jugó más y me dijo que soñaba con invitarme a salir por la noche, yo le dije que no salía con hombres con pareja, pummm. Al tipo le cambió la cara, cada vez me interesaba más el asunto, era reeedivertido.

Me dijo que estaba desorientado, que no sabía que decirme, pero que yo le gustaba tanto, que no había cosa que no fuera capaz de hacer para conocerme más de cerca, me lo dijo así, más de cerca... yo tenía que hacer mucha fuerza para no largar la carcajada ahí mismo... más de cerca... ja! ja!... Ahora puedo.
Se quedó como sin aire, respiró hondo y agachó la cabeza unos cuantos segundos... después dijo casi sin voz: Rendición incondicional...

Me cayó tan simpático! es lindo ver a un tipo importante, todo un señor, diciéndole a una simple chica que pinta pero que todavía no es nadie: Rendición incondicional.
Yo sabía que no era cierto, la rendicón incondicional sería que me dijera que había abandonado a su mujer, pero yo tampoco quería tanto, no lo conocía lo suficiente y aunque tiene mucha labia, no deja de ser poco fiable como pareja.

Le dije que me conmovía lo que me había dicho, que es muy lindo saber que una puede despertar esas cosas en un hombre, y que hablando se entiende la gente, que no era mi ideal de relación, pero que él era una persona muy especial y amable, y que en el mundo del arte hay cosas que no se podrían entender fuera de él. Hablando claro, le dí a entender que si se portaba bien y me brindaba algunas cosas se podía llegar a un arreglo.

Quisiera poder decir que me prostituí, tengo una fantasía con eso, muchas veces le dije a algunas amigas que cortesana si, putana no. Pero la verdad es que el tipo me excitaba, y me tenía que reprimir para sacar el mejor partido del asunto. El tipo... no sé, su deseo, su mirada, su porte. Creo que para decir, que me vendí, una no debe disfrutar, no sé, no sé tampoco si las profesionales son tan frías, cuando aparece un tipo que te hace todo y todo bien.

Tampoco creo que aprovechar una situación, aunque sólo fuera por interés, es perder la dignidad.
Para mí perder la dignidad sería hacer cosas dentro del sexo que no me gustan, ser una especie de juguete sexual, pero cuando te hacen sentir como una reina, cuando gozás como una loca, no. Por lo pronto reincidimos varias vceces y nunca más tuve que poner "condiciones" porque él es generoso por naturaleza y además, aunque espero que no se entere, sin nada por medio lo haría igual.