¿Tienes mal carácter, así en general?

piasecki

¿Así en general? pues sí, soy muy discutidora, ahora, eso no quita a la santa paciencia que tengo y que no sobrepaso unos límites a la hora de discutir, eso si que no

usuarioborrado

Tengo mucha paz interior, provengo de una tierra calmada ya de por sí, en donde se vive la vida sin prisa alguna, sin prisa pero sin pausa, eso sí.

Así que, tengo muy buen carácter aunque souy un poco caprichosa y... bueno, cuando me cabreo no soy de gritar (salvo algunos seres que han conseguido sacarme de mis casillas, a los cuales aprovecho para felicitar), soy mas de ser irónica, sarcástica e hiriente... Pero como todo el que se cabrea...

fj bulldozer

Buenas palabras puede tener cualquiera, Macedonio. Pero buenas obras ya no tiene tanta gente. Y por las obras es por donde conocemos a las personas

De todas formas, yo no haría migas con una chica de carácter fuerte, por muy buenas obras que tenga, porque para carácter fuerte ya estoy yo

Jalex

El problema es la hipocresía.

Cuando dices "yo soy uno con los amigos y otro con los enemigos" es un acto hipócrita, porque entonces estás siendo dos personas. Y esto te lleva a la pregunta ¿Quién eres realmente? ¿A qué nos tenemos que atener? ¿Sólo me tratas bien porque te conviene? ¿Eres un interesado?

Uno de los experimentos para determinar nuestra verdadera naturaleza es preguntarnos que haríamos en situaciones de estrés, como por ejemplo cuando nos sentimos amenazados, enojados, frustrados, esto muestra nuestra verdadera naturaleza porque elimina todos nuestros "controles" dejando a la vista lo básico.

En otras palabras, si alguien te dice que es "un hijo de put* con los enemigos" y con los amigos es miel sobre hojuelas lo que realmente está diciendo es que con los amigos es un "hijo de put* reprimido", pero que él realmente es "un hijo de put*".

Indefinible

Una cosa es quien eres. Otra la persona que proyectas.

Indefinible

Tienes razón, en parte. Pero también hay que considerar a las personas que tienen buen corazón, pero que son de sangre caliente y se les va la olla fácil. En las situaciones de estrés pueden mostrarse más destructivos o peores personas. En cambio hay otros que mantienen más la calma, pero que luego en la vida diaria no tienen un corazón generoso ni ayudan ni se preocupan por los demás. Creo que éste es el típico caso en que no hay blanco ni negro, sino una escala de grises. Cada persona es un mundo, tiene su historia, y no deberíamos hacer clasificaciones ni juicios superficiales.