Pienso que todos los "poderosos" deberían leer la fábula del cazador cazado, para que se les bajen los humos y tengan un poco de humildad
Cuando entraban triunfantes los emperadores romanos o sus generales en Roma, victoriosos de una batalla, en el carromato les acompañaba un plebeyo que les repetía "recuerda que solo eres un hombre", para que no se les subiera el poder a la cabeza
Desgraciadamente, se creen que por tener un cargo pueden tener privilegios que el resto de los mortales ni podemos tener, ni tenemos derecho. De buena gana arrojaba yo al infierno las "inmunidades parlamentarias" y veríais como se cortaba toda prepotencia de raíz y regresaban de un plumazo al mundo real sus "señorías"
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