He tenido sexo con amigos que en principio no me gustaban, y no tuvieron que hacer nada especial para atraerme, simplemente fue mi percepción sobre ellos y mi líbido lo que cambió y llevó a que me apeteciera; y después ninguno se vino quejando de que no quería una relación y que me gustaban malotes. Lo que hubiera hecho que no me acercara a ellos ni para sexo hubiera sido precisamente cosas como que cambiaran su forma de ser para agradarme, o que hubieran intentado pagafantearme o arrastrarse. Así que creo que la friendzone no existe.
|