Tras una conversación hoy con una amiga cojonuda, he pensado que la razón manda demasiado sobre mí para que sea 100% feliz. Este verano mandé atomar por culo a una zagala cojonuda a la que le gustaba y que me gustaba a mí por motivos perfectamente razonables, y últimamente que ando mas solito, es una de las cosas que lamento, haber dejado pasar unos momentos muy bonitos por miedo a pasar un mal rato al decir adios. Voy a soltar un poco el corazón para que juegue y a ver que pasa
.