Infinito.
Dolor y angustia revestida
por la calma y el sosiego.
Aquí y ahora, inalcanzable.
Sueños de una noche
eterna en realidad.
Porque eres tú y tú no quieres.
No de esta forma.
Todo gira y gira,
alzas un brazo y lo alcanzas.
Pero no sabes,
porque es un sueño...
La fina luz atraviesa, tímida,
la frontera de tu reino,
y un simple parpadeo
delimita la rutina.
Las tinieblas se apoderan
del vacío de tu mente,
y la noche se apodera
de tu escasa lucidez.
¿Es locura? No, eres tú.
Como una isla en su archipiélago,
buscando espacio y tiempo,
recogiendo la espuma
de las olas caprichosas.
Furia, calma, contrariedad.
Infinito.
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