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¿Soy un malpensado o mi esposa me engaña?
Bueno, la primera vez empezó a hacerme preguntas tales como si me gustaría hacer intercambio de parejas, qué haría yo si la pillara en la cama con otro o si me enterara que había tenido relaciones sexuales, o si me gustaría que se fuera a la cama con otros hombres. Y cuando yo le preguntaba que si había tenido relaciones sexuales con alguien me contestaba "Quizá. ¿Tú qué crees?¿A ti qué te parece?¿Te molestaría?¿Qué harías si te dijera que sí? Te dejo que pienses lo que quieras." Me preguntó que si me enfadaría si lo hubiera hecho sin preservativo. Me preguntó que si creía que había tenido una aventura, yo le contesté que seguramente no porque era una "mosquita muerta" y me dijo "No estés tan seguro. Las mosquitas muertas son las que dan sorpresas". Le dio por medirme el pene y decir que lo tenía de tamaño normal. Aunque lo definitivo fué descubrir que me estaban desapareciendo preservativos de la mesita de noche.
La segunda vez empezó a decirme que había visto penes más grandes que el mio, pero se negó a decirme donde ni cuando. También me dijo que si pasaran muchos días sin tener relaciones sexuales conmigo se buscaría a otro para tenerlas. Un dia la llamó un chico a casa, yo cogí el teléfono pero él no quiso dejar el recado. Ella insistía en que yo no respondiera a las llamadas y en coger el teléfono. Empezaron a llamar a menudo, lo cogía, hablaba un momento y decía que se habían equivocado. Un dia al volver a casa descubrí que se había lavado los genitales en el bidet. Le pregunté que cuando lo hacía eso y me contestó que sólo cuando había de tener relaciones sexuales. Y volví a descubrir que me faltaban preservativos.
La tercera vez me dijo que se pensaba que se había quedado embarazada porque no le venía la regla. Pero resulta que lo hacíamos siempre con preservativo. Se lo dije y se enfadó. Coincidió con que volvió a medirme el pene en erección. Y después de ver la película "Una proposición indecente" me dijo que aceptaría hacerlo por dinero, si le pagaran lo bastante. Un dia le dije "Tú me engañas". Se puso colorada y me preguntó "¿Qué quieres decir?" "Ya lo sabes", le repliqué. Se puso muy nerviosa y no me contestó.
Un dia se puso a hacer broma con los espaguetis, diciendo que le gustaban gruesos y largos, como los penes. Yo le dije que si sabía de tamaños de penes y me contestó "¡Y tanto que sí!" También la pillé leyendo los anuncios de contactos de los diarios. Una temporda que no lo hacíamos a menudo -habíamos discutido- le dije que se le quedaría la vagina cerrada de no usarla y me contestó "¿Y tú qué sabes si la utilizo poco o desde cuando?" Y en otra ocasión, en que estaba muy excitada y se la metía fácilmente, le dije que parecía que el agujero de la vagina se le había agrandado y le pregunté si es que la utilizaba muy a menudo. Me contestó "Pues quizá sí". Al final le puse una cajita con preservativos en el bolso con una nota que decía "Toma, pendona, para que cuando vayas por ahí no te quedes embarazada ni pilles alguna enfermedad". No se quejó. Lo único que me dijo fue que a ella no le hacían falta porque llevaba un DIU.
Una noche se fue a cenar supuestamente con unas amigas. Pero se cambió toda la ropa, no sólo el vestido sino también las bragas, se lavó los genitales en el bidet y se los depiló. En otra ocasión le dije que lo sabía todo sobre ella, que no tenía ningún secreto para mi. Me contesto "¡Que te crees tú eso!¡Qué has de saberlo todo de mi!" Otra vez le dije que no se podía quejar porque se lo consentía todo y me contestó "¿Todo?¡Todo seguro que no!" Descubrí que tenía una caja de preservativos escondida en su mesita de noche (la que nosotros utilizábamos la tenía yo en la mía).
Un dia, de broma, le dije que los médicos recomendaban tener relaciones sexuales sólo con un hombre cuando se usaba el DIU. Se sorprendió y se preocupó mucho. Otro dia llegué a casa y vi que había utilizado el bidet (los grifos estaban un poco abiertos, la toalla húmeda...). Se lo dije. Primero lo negó y cuando insistí se calló y se fué sin contestar.
Para acabarlo de redondear supe que se había hecho muy amiga de un chico que le traía los paquetes a su negocio. Me enteré que ella le había querido hacer un regalo -uno de bueno- por navidades, pero que él le había dicho que mejor que no, que su mujer se enfadaría. La cuestión es que durante unos cuantos años él le estuvo regalando una rosa y bombones el dia de los enamorados, sin falta.
Claro que a lo mejor es que yo soy muy mal pensado...
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