Hola, tengo 18 años y llevo casi un año con mi pareja. El caso es que es la primera pareja formal que ambos hemos tenido. Antes he estado con otros chicos pero no había sido nada serio y yo era una persona muy independiente, a la que no le gustaba dar explicaciones. El caso es que he cambiado: me he convertido en la persona que siempre he odiado. Les explico:
Estoy total y absolutamente enamorada de mi pareja, y, como consecuencia, el miedo a que me deje me quita la respiración. Él es una persona muy independiente también, es bromista, pero no demasiado cariñoso (ojo, no es de hacer muchas carantoñas, pero sé que me quiere porque me lo ha demostrado infinidad de veces). El caso es que yo no he sido del todo buena con él: en verano tuve un tonteo con un chico italiano (no pasó nada, pero él estaba loco por mi), hay amigos que quieren conmigo y sus celillos hacen que no los pueda soportar, le he ocultado cosas personales de las que se ha enterado porque yo estaba tan borracha que se las conté (no era cosas de pareja, eran cosas personales que él tendría que haber sabido), en ocasiones me dan neuras y me vuelvo muy estúpida ... y lo reconozco, le saco de quicio. Pero esque mi comportamiento está justificado con que yo trato de ser perfecta para que él esté feliz, y al final siempre la cago. A pesar de todo siempre me acaba perdonando (ojo, que el también tiene sus defectillos eeh!)
El caso es que, con nuestra edad, él ha empezado a salir de discotecas y eso con sus amigos. No es inseguridad, porque yo sé que él no me sería infiel, pero no puede evitar sentir ¿celos?. Cuando él sale yo me vuelvo muy irretable, todo me saca de quicio y las horas que él anda por ahí y yo estoy en casa (o con amigos, da lo mismo) siempre estoy nerviosa y mal. El caso es que me gustaría dejar de ser así, porque él tiene derecho a pasárselo bien sin mi, y me estoy volviendo una novia insoportable.
Otro problema que tengo es que soy muy pesada: estoy constantemente mandádole mensajes y llamadas, sé que soy cansina, pero no lo puedo evitar! y que cuando peleamos, aunque él tenga la culpa, siempre me arrastro para evitar el enfado, porque no puedo soportar estar ni una hora mal con él.
Necesito cambiar, ya no por él, si no por mi.
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