-Busco su consejo.
Estaba en la estación de tren aguardando entre el gentío, cuando veo a un tipo que me mira de reojo mientras está en su grupo de amigotes. Pienso que es normal (autoestima?), lo ignoro y sigo como si nada.
Lo veo insistente, pongo la peor cara de molesta. Luego se aparta de su grupo y el descarado me mira sin más de frente a mí (en dirección contraria a la llegada del tren) y me sonríe abiertamente. Pienso que es un acosador en potencia, o por lo menos un baboso.
Entonces el tipo se quita el sombrero, se acomoda la cabellera y me sonríe más. A todo esto, viendo que mi cara de "no me interesa" no funcionaba, tomo el móvil y comienzo a mandar mensajes a mis amigos para pasar el rato y para que comprenda.
Así que el tipo se da vuelta, rindiéndose... cuando me doy cuenta que es un supervisor de mi trabajo, con el que no cruzamos más que algunos correos de rigor por cuestiones de la oficina pero nada más, nos vemos poquísimo. El tema es que ese hombre me pone, y ahora me debato entre si aquello fue simple simpatía de un compañero de trabajo que buscó saludarme y yo lo tomé por acosador u otra cosa... porque ya me hice la ilusión.
|