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Antiguo 13-Feb-2012  
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Hola.

Este pasado sábado después de una semana agobiante de trabajo, almuerzos, comidas y cenas ( no comenté que fué mi cumpleaños el jueves dia 9). Quedé con una amistad que hacía muchísimo tiempo que no nos veiamos, para tomar un café y ponernos al dia, además de intercambiar puntos de vista sobre cómo enfocavamos nuestra forma de trabajar y los proyectos que teníamos en mente.

Quedamos en un local que estaba a mitad de camino entre su casa y la mía, ya que vivimos en diferentes localidades. Yo llegué antes que ella y al hacer un frío terrible, me apoye contra la pared del local, ya que me daba menos el viento en mi cuerpo. Todo y que iba abrigado y no tenía frío, era una sensación molesta que quería evitar cómo fusese.

Para la ocasión iba vestido al estilo casual, con unos baqueros desgastados, sujetados con una correa con una gran hebilla, zapatillas con bota, chupa de motero, camiseta negra ceñida con dibujos estampados, un pañuelo en el cuello y mis Ray-Ban de pera.

Estando apoyado en la pared, apareció ella por la esquina con una magnífica sonrisa, que iba cogida de la mano de unos carnosos labios y una dentadura perfecta, tenía una elegáncia al andar que iba a juego con su americana negra, su falda negra por encima de la rodilla, esa blusa color azul eléctrico que hacía resaltar sus portentosos pechos y esos tacones de aguja que cada vez que andava hacía un sonido, que era cómo una señal que quedava un paso menos para que estubieramos uno en frente del otro.

Al llegar a mi, nos dimos dos besos y nos dijimos lo que se suele decir cuándo llevas meses y meses sin verte. Entre frase y frase, yo cada vez me sentía más hipnotizado por ese adictivo perfume.

Seguidamente le abrí la puerta del local, la dejé pasar primero a ella y entramos dentro, una vez dentro nos acomodamos en unos sofas que nos daban una posición privilegiada por la tranquilidad y comodidad del sitio en el local. Nos pedimos un té rojo cada uno y empezó la charla, que fue exquisita en todos los aspectos y muy constructiva por lo que a mi respecta, ella no se fué con mal sabor de boca de la charla, ya que cuándo miramos el reloj habían pasado cinco horas, teníamos la mesa llena de vasos de té y cocktels.

Cómo se hizo tarde, le propuse de ir a cenar a un restaurante que hacían comida típica de la zona, que me encantaba. Ella acepto de buen grado y nos dirijimos al restaurante. Una vez sentados, pedimos dos entrantes y un plato fuerte, que lo acompaño un delicioso vino tinto que nos sugirió muy atentamente la camarera. La cena nos encandiló a los dos y más las miles de cosas que teníamos para hablar y que nunca se acabavan. Cuándo nos dimos cuenta, sólo quedaban los camareros en el bar y nosotros. Pagué la cena y salimos por la puerta de emergencia ya que el local estaba cerrado al público.

Al salir a la calle hacía un frío intenso, que me decía en mi interior necesitas calor y no de una estufa, sinó calor natural. Subimos al coche, encendí la calefacción y cómo iva a tardar en calentarse el coche, la mire a los ojos, a lo que ella me correspondió y nos empezamos a besar. Después de darnos miles de besos, le propuse de ir a mi casa, ella aceptó y nos encaminamos hacia allí.

Una vez entramos en el piso, recorrimos todas las camas de la casa dandonos besos y más besos, siempre acompañados de sensuales caricias, terminamos el recorrido en la cama de matrimonio y allí empezamos a hacer el amor, que siempre estubo acompañado de una magnífica pasión. Al terminar el primer round, nos pusimos a charlar cómo si ese momento simplemente no hubiese existido, simplemente charlavamos y degustavamos el momento, sin hacer referencia en ningún momento a él. Era tal el clima de bienestar que empezamos a hacer el amor otra vez, está vez fué mucho más intenso que la primera y agotador, tal desgaste de energía tubimos que al terminar, estubimos abrazados charlando un rato y nos dormimos.

Dormimos toda la noche abrazados, para sorpresa mía. Ya que nunca me ha gustado la incomodidad de estar abrazado toda la noche. Peró no me importo, no sé si fué por lo bien que estaba o por el agotamiento, pero así fué cómo me dormí y así fue cómo me desperté, abrazado a ella y con unos sensuales besos en mi cuello, que enseguida despertarón mi lado más animal que me hizo poner en la marcha la máquina de amor. Fué un gran despertar que me hizo empezar el dia tan bien cómo terminé la noche. Al acabar seguimos con la rutina de los anteriores rounds y nos pusimos a charlar de más cosas aún, sin hacer referencia al tema en concreto.

A pesar del frío que hacía ayer, a nosotros nos envolvia un cálido clima, que nos acompañava entre charla y charla, tal era la complicidad que las horas parecían minutos y los minutos parecían segundos, nos ánimamos e hicimos el amor de nuevo, la última vez porqué se terminaron las "gominloas".

Cuándo terminamos, fuía cocinar porqué estabamos hambrientos, prepare unas tostadas de mermelada con paté y otras de salmón con Philadelfia, una ensalda de frutos secos con queso de cabra y un arroz con verduras y bacalao, que quedo exquisito.

Comimos y cuándo terminamos, no comimos casi nada ( no sé el porqué pero me sentí lleno enseguida). Estabamos hablando de sexo y yo le dije que con la posición corporal de la gente, se vé si en la cama será una persona dinámica o una estatua, a lo que ella me dijo que también se ve muy bien en cómo baila un hombre, a lo que respondí, que en una mujer también dice mucho. Ella me preguntó si bailava bien y le comenté, que no era un profesional, pero me defendia. Entonces me dijó que bailasemos. Puse un cd de baladas que me regalarón en una boda y empezamos a bailar en el comedor.

Nos moviamos muy bien al ritmo de la música los dos, estabamos a la altura uno del otro, en nuestro nivel a la hora de bailar y tal complicidad había que nos empezamos a besar, sin parar de bailar. Tal fué el calentón, que terminamos en la ducha y tubimos más sexo allí, está vez sin penetración, porqué no había más gominolas. Después de eso, nos tumbamos en la cama los dos, mirando al techo y a la vez dijimos: " Estoy muert@". Nos vestimos y la llevé a por su coche.

Nos despedimos con un beso y ella me dijo: "He sido tu regalo de cumpleaños". Y yo le respondí:" Sólo te falto salir del pastel". Ella me sonrio y se fue con la misma magnífica sonrisa con la que llego y con esa elegáncia al andar.

FIN

Saludos,

SherlockHolmes.
 
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Hola.

Este pasado sábado después de una semana agobiante de trabajo, almuerzos, comidas y cenas ( no comenté que fué mi cumpleaños el jueves dia 9). Quedé con una amistad que hacía muchísimo tiempo que no nos veiamos, para tomar un café y ponernos al dia, además de intercambiar puntos de vista sobre cómo enfocavamos nuestra forma de trabajar y los proyectos que teníamos en mente.

Quedamos en un local que estaba a mitad de camino entre su casa y la mía, ya que vivimos en diferentes localidades. Yo llegué antes que ella y al hacer un frío terrible, me apoye contra la pared del local, ya que me daba menos el viento en mi cuerpo. Todo y que iva abrigado y no tenía frío, era una sensación molesta que quería evitar cómo fusese.

Para la ocasión iva vestido al estilo casual, con unos baqueros desgastados, sujetados con una correa con una gran hebilla, zapatillas con bota, chupa de motero, camiseta negra ceñida con dibujos estampados, un pañuelo en el cuello y mis Ray-Ban de pera.

Estando apoyado en la pared, apareció ella por la esquina con una magnífica sonrisa, que iva cogida de la mano de unos carnosos labios y una dentadura perfecta, tenía una elegáncia al andar que iva a juego con su americana negra, su falda negra por encima de la rodilla, esa blusa color azul eléctrico que hacía resaltar sus portentosos pechos y esos tacones de aguja que cada vez que andava hacía un sonido, que era cómo una señal que quedava un paso menos para que estubieramos uno en frete del otro.

Al llegar a mi, nos dimos dos besos y nos dijimos lo que se suele decir cuándo llevas meses y meses sin verte. Entre frase y frase, yo cada vez me sentía más hipnotizado por ese adictivo perfume.

Seguidamente le abrí la puerta del local, la dejé pasar primero a ella y entramos dentro, una vez dentro nos acomodamos en unos sofas que nos daban una posición privilegiada por la tranquilidad y comodidad del sitio en el local. Nos pedimos un té rojo cada uno y empezó la charla, que fue exquisita en todos los aspectos y muy constructiva por lo que a mi respecta, ella no se fué con mal sabor de boca de la charla, ya que cuándo miramos el reloj habían pasado cinco horas, teníamos la mesa llena de vasos de té y cocktels.

Cómo se hizo tarde, le propuse de ir a cenar a un restaurante que hacían comida típica de la zona, que me encantaba. Ella acepto de buen grado y nos dirijimos al restaurante. Una vez sentados, pedimos dos entrantes y un plato fuerte, que lo acompaño un delicioso vino tinto que nos sugirió muy atentamente la camarera. La cena nos encandiló a los dos y más las miles de cosas que teníamos para hablar y que nunca se acabavan. Cuándo nos dimos cuenta, sólo quedaban los camareros en el bar y nosotros. Pagué la cena y salimos por la puerta de emergencia ya que el local estaba cerrado al público.

Al salir a la calle hacía un frío intenso, que me decía en mi interior necesitas calor y no de una estufa, sinó calor natural. Subimos al coche, encendí la calefacción y cómo iva a tardar en calentarse el coche, la mire a los ojos, a lo que ella me correspondió y nos empezamos a besar. Después de darnos miles de besos, le propuse de ir a mi casa, ella aceptó y nos encaminamos hacia allí.

Una vez entramos en el piso, recorrimos todas las camas de la casa dandonos besos y más besos, siempre acompañados de sensuales caricias, terminamos el recorrido en la cama de matrimonio y allí empezamos a hacer el amor, que siempre estubo acompañado de una magnífica pasión. Al terminar el primer round, nos pusimos a charlar cómo si ese momento simplemente no hubiese existido, simplemente charlavamos y degustavamos el momento, sin hacer referencia en ningún momento a él. Era tal el clima de bienestar que empezamos a hacer el amor otra vez, está vez fué mucho más intenso que la primera y agotador, tal desgaste de energía tubimos que al terminar, estubimos abrazados charlando un rato y nos dormimos.

Dormimos toda la noche abrazados, para sorpresa mía. Ya que nunca me ha gustado la incomodidad de estar abrazado toda la noche. Peró no me importo, no sé si fué por lo bien que estaba o por el agotamiento, pero así fué cómo me dormí y así fue cómo me desperté, abrazado a ella y con unos sensuales besos en mi cuello, que enseguida despertarón mi lado más animal que me hico poner en la marcha la máquina de amor. Fué un gran despertar que me hizo empezar el dia tan bien cómo terminé la noche. Al acabar seguimos con la rutina de los anteriores rounds y nos pusimos a charlar de más cosas aún, sin hacer referencia al tema en concreto.

A pesar del frío que hacía ayer, a nosotros nos envolvia un cálido clima, que nos acompañava entre charla y charla, tal era la complicidad que las horas parecían minutos y los minutos parecían segundos, nos ánimamos e hicimos el amor de nuevo, la última vez porqué se terminaron las "gominloas".

Cuándo terminamos, fuía cocinar porqué estabamos hambrientos, prepare unas tostadas de mermelada con paté y otras de salmón con Philadelfia, una ensalda de frutos secos con queso de cabra y un arroz con verduras y bacalao, que quedo exquisito.

Comimos y cuándo terminamos, no comimos casi nada ( no sé el porqué pero me sentí lleno enseguida). Estabamos hablando de sexo y yo le dije que con la posición corporal de la gente, se vé si en la cama será una persona dinámica o una estatua, a lo que ella me dijo que también se ve muy bien en cómo baila un hombre, a lo que respondí, que en una mujer también dice mucho. Ella me preguntó si bailava bien y le comenté, que no era un profesional, pero me defendia. Entonces me dijó que bailasemos. Puse un cd de baladas que me regalarón en una boda y empezamos a bailar en el comedor.

Nos moviamos muy bien al ritmo de la música los dos, estabamos a la altura uno del otro, en nuestro nivel a la hora de bailar y tal complicidad había que nos empezamos a besar, sin parar de bailar. Tal fué el calentón, que terminamos en la ducha y tubimos más sexo allí, está vez sin penetración, porqué no había más gominolas. Después de eso, nos tumbamos en la cama los dos, mirando al techo y a la vez dijimos: " Estoy muert@". Nos vestimos y la llevé a por su coche.

Nos despedimos con un beso y ella me dijo: "He sido tu regalo de cumpleaños". Y yo le respondí:" Sólo te falto salir del pastel". Ella me sonrio y se fue con la misma magnífica sonrisa con la que llego y con esa elegáncia al andar.

FIN

Saludos,

SherlockHolmes.
Me alegro muchisimo por ti.madre mia que semana mas caliente por todos lados .
 
Antiguo 13-Feb-2012  
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bastante movidito el dia jejejejje
 
Antiguo 13-Feb-2012  
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Hola.

Este pasado sábado después de una semana agobiante de trabajo, almuerzos, comidas y cenas ( no comenté que fué mi cumpleaños el jueves dia 9). Quedé con una amistad que hacía muchísimo tiempo que no nos veiamos, para tomar un café y ponernos al dia, además de intercambiar puntos de vista sobre cómo enfocavamos nuestra forma de trabajar y los proyectos que teníamos en mente.

Quedamos en un local que estaba a mitad de camino entre su casa y la mía, ya que vivimos en diferentes localidades. Yo llegué antes que ella y al hacer un frío terrible, me apoye contra la pared del local, ya que me daba menos el viento en mi cuerpo. Todo y que iva abrigado y no tenía frío, era una sensación molesta que quería evitar cómo fusese.

Para la ocasión iba vestido al estilo casual, con unos baqueros desgastados, sujetados con una correa con una gran hebilla, zapatillas con bota, chupa de motero, camiseta negra ceñida con dibujos estampados, un pañuelo en el cuello y mis Ray-Ban de pera.

Estando apoyado en la pared, apareció ella por la esquina con una magnífica sonrisa, que iba cogida de la mano de unos carnosos labios y una dentadura perfecta, tenía una elegáncia al andar que iva a juego con su americana negra, su falda negra por encima de la rodilla, esa blusa color azul eléctrico que hacía resaltar sus portentosos pechos y esos tacones de aguja que cada vez que andava hacía un sonido, que era cómo una señal que quedava un paso menos para que estubieramos uno en frete del otro.

Al llegar a mi, nos dimos dos besos y nos dijimos lo que se suele decir cuándo llevas meses y meses sin verte. Entre frase y frase, yo cada vez me sentía más hipnotizado por ese adictivo perfume.

Seguidamente le abrí la puerta del local, la dejé pasar primero a ella y entramos dentro, una vez dentro nos acomodamos en unos sofas que nos daban una posición privilegiada por la tranquilidad y comodidad del sitio en el local. Nos pedimos un té rojo cada uno y empezó la charla, que fue exquisita en todos los aspectos y muy constructiva por lo que a mi respecta, ella no se fué con mal sabor de boca de la charla, ya que cuándo miramos el reloj habían pasado cinco horas, teníamos la mesa llena de vasos de té y cocktels.

Cómo se hizo tarde, le propuse de ir a cenar a un restaurante que hacían comida típica de la zona, que me encantaba. Ella acepto de buen grado y nos dirijimos al restaurante. Una vez sentados, pedimos dos entrantes y un plato fuerte, que lo acompaño un delicioso vino tinto que nos sugirió muy atentamente la camarera. La cena nos encandiló a los dos y más las miles de cosas que teníamos para hablar y que nunca se acabavan. Cuándo nos dimos cuenta, sólo quedaban los camareros en el bar y nosotros. Pagué la cena y salimos por la puerta de emergencia ya que el local estaba cerrado al público.

Al salir a la calle hacía un frío intenso, que me decía en mi interior necesitas calor y no de una estufa, sinó calor natural. Subimos al coche, encendí la calefacción y cómo iva a tardar en calentarse el coche, la mire a los ojos, a lo que ella me correspondió y nos empezamos a besar. Después de darnos miles de besos, le propuse de ir a mi casa, ella aceptó y nos encaminamos hacia allí.

Una vez entramos en el piso, recorrimos todas las camas de la casa dandonos besos y más besos, siempre acompañados de sensuales caricias, terminamos el recorrido en la cama de matrimonio y allí empezamos a hacer el amor, que siempre estubo acompañado de una magnífica pasión. Al terminar el primer round, nos pusimos a charlar cómo si ese momento simplemente no hubiese existido, simplemente charlavamos y degustavamos el momento, sin hacer referencia en ningún momento a él. Era tal el clima de bienestar que empezamos a hacer el amor otra vez, está vez fué mucho más intenso que la primera y agotador, tal desgaste de energía tubimos que al terminar, estubimos abrazados charlando un rato y nos dormimos.

Dormimos toda la noche abrazados, para sorpresa mía. Ya que nunca me ha gustado la incomodidad de estar abrazado toda la noche. Peró no me importo, no sé si fué por lo bien que estaba o por el agotamiento, pero así fué cómo me dormí y así fue cómo me desperté, abrazado a ella y con unos sensuales besos en mi cuello, que enseguida despertarón mi lado más animal que me hico poner en la marcha la máquina de amor. Fué un gran despertar que me hizo empezar el dia tan bien cómo terminé la noche. Al acabar seguimos con la rutina de los anteriores rounds y nos pusimos a charlar de más cosas aún, sin hacer referencia al tema en concreto.

A pesar del frío que hacía ayer, a nosotros nos envolvia un cálido clima, que nos acompañava entre charla y charla, tal era la complicidad que las horas parecían minutos y los minutos parecían segundos, nos ánimamos e hicimos el amor de nuevo, la última vez porqué se terminaron las "gominloas".

Cuándo terminamos, fuía cocinar porqué estabamos hambrientos, prepare unas tostadas de mermelada con paté y otras de salmón con Philadelfia, una ensalda de frutos secos con queso de cabra y un arroz con verduras y bacalao, que quedo exquisito.

Comimos y cuándo terminamos, no comimos casi nada ( no sé el porqué pero me sentí lleno enseguida). Estabamos hablando de sexo y yo le dije que con la posición corporal de la gente, se vé si en la cama será una persona dinámica o una estatua, a lo que ella me dijo que también se ve muy bien en cómo baila un hombre, a lo que respondí, que en una mujer también dice mucho. Ella me preguntó si bailava bien y le comenté, que no era un profesional, pero me defendia. Entonces me dijó que bailasemos. Puse un cd de baladas que me regalarón en una boda y empezamos a bailar en el comedor.

Nos moviamos muy bien al ritmo de la música los dos, estabamos a la altura uno del otro, en nuestro nivel a la hora de bailar y tal complicidad había que nos empezamos a besar, sin parar de bailar. Tal fué el calentón, que terminamos en la ducha y tubimos más sexo allí, está vez sin penetración, porqué no había más gominolas. Después de eso, nos tumbamos en la cama los dos, mirando al techo y a la vez dijimos: " Estoy muert@". Nos vestimos y la llevé a por su coche.

Nos despedimos con un beso y ella me dijo: "He sido tu regalo de cumpleaños". Y yo le respondí:" Sólo te falto salir del pastel". Ella me sonrio y se fue con la misma magnífica sonrisa con la que llego y con esa elegáncia al andar.

FIN

Saludos,

SherlockHolmes.
Pasaste un dia guay, mola
 
Antiguo 13-Feb-2012  
Usuario Experto
Avatar de jus21
 
Registrado el: 07-December-2011
Mensajes: 446
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s si si al finanl tienes razon , jejejejej como todo un señor , jejeje un abrazo
 
Antiguo 13-Feb-2012  
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Avatar de licantropus
 
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Mensajes: 3.081
Agradecimientos recibidos: 900
Usssshh!!!! Querido Investigador:

Con el regalo esa velada tan deliciosa en grata compañía, que describes con un estilo todavía más envolvente, creo que nada puede superarlo, no obstante, me permito obsequiarte una linda melodía que seguro estaría a tono con esa noche y con lo que venga...

Mi querido Barry white es una compañía bella y sobria a la altura de las circunstancias.

Tienes el método, el "Know How... it's your..."

Un abrazo enooooorme y gracias por esa narrativa tan especial.



Feliz Cumpleeeeeee...
 
Antiguo 13-Feb-2012  
usuario_borrado
Guest
 
Mensajes: n/a
Menudo día compañero, ya me gustaría tener un día como el tuyo jejeje es broma
La historia está muy bien, muy entetenida para leer
 
Antiguo 13-Feb-2012  
usuario_borrado
Guest
 
Mensajes: n/a
me recuerdan a los relatos de sergi pàmies
 
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