Bueno, mi historia comienza cuando me enamoré de una persona que parecía ser maravillosa y todo lo que pudiera querer. Era simpático, aparentemente inteligente y, a decir verdad, muy guapo, tanto que no podía creer mi buena suerte. Pero, como dice el dicho, nada es perfecto. Resultó que el chico era un neurótico diagnosticado y un misogino. Demás está decir que la relación con él se transformó de un sueño en una pesadilla, y me deprimí mucho por eso. Al final dejamos de vernos y hablarnos con gran dolor de mi parte. Ha pasado mucho tiempo de eso, pero lo que me resulta muy triste es que nadie ha aparecido en mi vida para llenar el vacío que me dejó mi ex. Nunca he podido hacer muchos amigos debido a mi timidez y lo cierto es que no podría aceptar a nadie que no fuera igual o más guapo que mi ex. Sí, se que suena horriblemente superficial pero no puedo evitarlo y, no sólo eso, espero que sea una persona "intelectual" si vale el término, es decir, que le guste leer, estudiar y charlar sobre numerosos temas. Soy conciente de que no tiene sentido ni es justo tener tantos cánones y juzgar de esa manera a las personas, pero después de haber estado con alguien que cumplía con todo eso, de verdad, de verdad, me es imposible aceptar nada menos. Además considero que sólo una persona como esa podría estar con alguien como yo: no me gusta salir con amigos a discotecas, prefiero quedarme en casa a leer algo, no me interesa la música de moda y me gusta hablar de literetura, filosofía o algún otro tema similar; soy así y no creo que sería correcto fingir ser otra cosa para agradar a alguien que tarde o tempreno conocería mi verdadera personalidad. Ahora tengo 25 años y estoy sola y creo que lo estaré por mucho tiempo si no es para siempre, y empiezo a resignarme, a creer que el amor es algo vedado para mí porque simplemente la persona que espero no existe.
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